Clara poco a poco se va dando cuenta de los sentimientos que tiene encontrados hacia el hermano de su mejor amiga, pero sabe que aunque haga de todo va a ser imposible ya que él prácticamente la odia. O eso es lo que ella piensa...
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Un estruendoso ruido suena a mi izquierda haciendo que involuntariamente mi mano más cercana empiece a dar golpes sobre este hasta que se apague. Con molestia abro mis ojos y agarro mi celular para fijarme el horario, eran las 7.
Con frustración y cansancio saco las sábanas de mi cuerpo sentándome sobre el colchón mientras estiro mis brazos hacia arriba y bostezo, me levanto de la cama para dirigirme al baño y pegarme una ducha fría.
—Está ocupado pelotuda— escucho putearme a mi hermano del otro lado mientras cierra la puerta en mi cara.
Sin ganas de discutir bajó hacia la cocina para encontrarme con mi mamá batiendo el café, habían tostadas y mermeladas en la mesa así que rápidamente me dirigí hacia una de las sillas para empezar a untar la mermelada de ciruela en el pan que tenía en mi mano.
—Buenos días Clarucha— mi mamá se acerca a mí dejando un beso en mi cabeza mientras apoya la taza de café caliente enfrente mío.
—Hola ma, gracias— respondo sonriendo con mi cara aún hinchada por no poder lavármela.
Al rato baja mi hermano que nuevamente me puteo diciendo que toque la puerta antes de abrir y que básicamente era una hueca, algo de todos los días, la adolescencia le está pegando fuerte. Cuando termine mi café ahora si fui al baño prendiendo el agua fría para mezclarla con un poco de la caliente, con muy poca energía empecé a desvestirme para por fin entrar a la ducha y sacarme un poco de la fiaca que sentía.
Cuando la primer gota de agua cayó en mi cuerpo casi caigo dormida ahí mismo pero por suerte eso no pasó, sino ahora del cabezazo no estaría viva. Hago la misma rutina de siempre y al salir envuelvo un toallon en mi pelo y otro en el cuerpo. Aunque fuera verano, puedo jurar que a la mañana parece pleno invierno o capaz yo exagero porque soy una friolenta de mierda.
Camine hacia mi cuarto abriendo mi armario, no sin antes fijarme el clima para el resto del día. Por suerte hoy harían entre 22 y 28 así que opté por algo bastante cómodo, me puse un jean recto con una musculosa color azul marino y en mis piernas las adidas samba. Cepillé mi pelo que estaba bastante húmedo y me hice la rutina de skincare, esta no era muy larga solo serum, crema humectante y protector solar.
Y por fin mi parte favorita del día, el maquillaje. Me senté en mi escritorio prendiendo las luces que había en este y acerqué un pequeño espejo a mi cara. Como últimamente tenía la piel más linda gracias al verano, no me puse base y comencé directamente con el contorno, me puse un poco en los pomulos y en la frente, difuminé lo más que pude con una pequeña brocha para luego ponerme un poco de corrector y hacer exactamente lo mismo pero con mis dedos. Agarré un lápiz labial color nude oscuro y empecé a trazar todo el contorno de mis labios con este mismo, adentro me puse un poco de gloss, finalmente peine mis cejas para luego arquear mis pestañas y poner un poco de rímel.
