Capitulo 21

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Hay una cuento sobre una chica que tenía espinas en su cuerpo. Estas espinas le hacían mucho daño y la hacían sentir incómoda causando qué los demás se alejaran de ella. Pero a pesar de todo, la chica seguía adelante, luchando por encontrar una manera de vivir con sus espinas.

Un día, encerrada en la torre una luz blanca cuido de ella todas las noches
protegiéndola de las sombras y los peligros de la noche. La luz era su única compañía, su única fuente de consuelo. Pero a pesar de la soledad y el dolor, tenía a aquella luz.

Amaba ese cuento de niña, mamá me lo contaba siempre, por alguna razón me sentía tan identificada, de niña miraba las estrellas y suplicaba qué esa luz me protegiera.

Y aquí estaba yo mirando hacia la multitud buscando su rostro. — este es ultima canción. — dije atrá vez del micrófono afinando la guitarra. Los del público soltó un quejido — lo sé. Yo tampoco me quiero ir, pero Stan tiene que cerrar el club. — sonrío viendo al anciano que estaba en la barra — esta canción se llama Vecchio amore.

Yo estaba nerviosa, esperando mi turno para cantar. Mientras tanto, mi mente estaba en Aslan. Lo busqué en la multitud, tratando de encontrar su rostro.

Toqué la primera nota en la guitarra y empecé a cantar. Mientras cantaba, busqué de nuevo a Aslan en la multitud.

Y lo encontré. Estaba en primera fila, mirándome con una sonrisa cálida y orgullosa. Sus ojos estaban llenos de admiración y emoción. En ese momento, sentí que todo valía la pena.

Él público gritaba, bailaban al compás de nuestra música, Pude ver las caras felices de mis amigos que se sentía muy orgullosos de lo que nos convertimos.

Pero la persona más importante para mí en ese momento era Aslan. Su presencia me daba fuerzas y me ayudaba a superar la nerviosidad.

Continué cantando, dejándome llevar por la música y las emociones. Sentía como si estuviera en una burbuja, protegida de todo lo malo del mundo.

Mi mirada se fijó en Aslan, y sentí una oleada de calor recorrer mi cuerpo. Cada vez que lo miraba, sentía una sensación inexplicable en mi pecho. Era como si mi corazón no parará de golpear para que dijera algo.

— ¿Cómo puedo describir esta sensación cuando te miro? — canté, expresando mis sentimientos en cada nota. — no tengo miedo de decirlo... —  continúe — una vez ya escondí mi amor hacia ti.

Aparte mi vista de él y sonreí a Willow qué hacía la segundo voz.

Sabía que era una batalla perdida. Él ya había dejado claro que no me veía más que como una amiga, y yo no podía obligarlo a sentir algo que no sentía.

Cuando terminó la canción, me dirigí al público — ¡Gracias por venir esta noche y apoyarnos! — sonreí — no olviden también dar las gracias a Stan ya que el nos permite tocar todos los viernes. — señale a Stan.

Él  público estalló en aplausos. Los chicos y yo salimos del escenario sonríente y animados como siempre — buen trabajo chicos. —los felicite. — por cierto. ¿Mañana tienen tiempo? — pregunté. Dejando la guitarra a un lado.

— no. Saldré con un chico — Natie me dice.

— exámenes — respondió Benjamin.

— Trabajo. — Willow contesta. —¿ por qué?.

Me quedé pensando por un momento, intentando encontrar una solución. — ¿Y si ensayamos el próximo martes? — propuse. — ¿qué les parece?

— seguro — Natie es la primera en aceptar.

Cuando Tu Luz se Extinguió Donde viven las historias. Descúbrelo ahora