Capitulo 03

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*mi vida normal" *

Cuando tu luz se extinguió yo quedé completamente desbastada, recuerdo el día en que todos vestían de negro despidiendote, recuerdo haber arrojado tu flor favorita en el ataúd, recuerdo que no dormí, no comi en dos meses. Recuerdo lo preocupados que mis padres estaban, recuerdo las canciones que escribí de ti, recuerdo el día en que casi acabó conmigo misma debido a tu ausencia.

Recuerdo que mi hermano bebía en tu nombre cada que podía.

Y yo te visitaba prometiendo qué avanzaría por ti, pero nunca lo logré.

En mi presente estabas muerto

Pero ahora estoy aquí, observándote
mientras caminas a mi lado junto a mi hermano mayor.

Subía mi falda de uniforme incomoda, cuanto odiaba el uniforme, era demasiado horrible, lo había olvidado.

El uniforme era el típico de los colegios aburridos y estrictos. Una falda plisada gris oscuro que llegaba hasta las rodillas, una camisa blanca con un cuello alto y puños ajustados, y un suéter de lana gruesa con el emblema del colegio en el pecho. Era práctico y conservador, pero también era incómodo y sin gracia.

— éstas muy callada hoy rantoncilla, estas segura que estas bien para ir al colegio.

— déjala.  Creo que ella está mejor así, en silencio, creo que han escuchado mis plegarias — Mi hermano mayor me molesta.

«Rantoncilla». Hace mucho que nadie me llamaba así. Bueno en realidad solo Aslan lo hacía.

"Rantoncilla"  era un apodo cariñoso que Aslan me había dado cuando tenía 15 años. Me lo había puesto porque yo era la más pequeña de la familia, y siempre estaba corriendo detrás de mi hermano mayor, tratando de mantenerme al día con ellos. Era un apodo que solo él usaba, y cada vez que lo escuchaba, tenía ganas de patearlo, pero ahora.

Extrañaba más que nada que me llamara así.

— No seas así, Marcus — dijo — Mallory ha tenido un día difícil. No la molestes.

Mi hermano mayor gruñó, pero se quedó callado.

— estoy bien. — apenas y pude sonreír.

Él se detuvo esperándome a que llegara a su lado.  — ¿te duele algo?. — yo niego con la cabeza.

— ¿ por qué decidistes ir al colegio si no te sientes bien—  me regaña mi hermano. — llegaremos tarde a la universidad.

—sabes que... — Alce mi vista y mire a ambos chicos — creo que debería ir sola. Esperaré el autobús, no tardará en llegar. Pueden irse ambos.

Aslan no parecía convencidos pero me siento tan culpable mirándolo a los ojos, aunque nadie diga que es mi culpa, yo se que sí.

— ¿Segura que estás bien? — preguntó Aslan, con preocupación en su voz — Pareces un poco pálida.

Yo negué con la cabeza, tratando de sonreír.

—  Estoy bien, solo un poco cansada — dije.

Aslan no parecía convencido, pero no insistió.

— Bueno, si cambias de opinión, solo dímelo — dijo —  Sé que no te gusta que te cuidemos como si fueras una niña, pero nos preocupamos, Mallory.

Sonreí forzadamente y comencé a hacer mi camino hasta la parada del autobús. Todas las dudas me hacían sentir como si hubiera pasado una eternidad desde que me levanté esa mañana. Pero aún así, estaba decidida a encontrar las respuestas a mis preguntas.

Cuando Tu Luz se Extinguió Donde viven las historias. Descúbrelo ahora