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3añosantes
El reino de Benwick
Existe un Rey humano, Una Princesa hada. Un Príncipe que desapareció Y un amor que floreció
En el bosque de entre árboles centenarios y flores encantadas, se encontraba una joven muchacha de cabello castaño y ojos azules. Las hadas podían ver una sonrisa en su rostro vagando por todo el páramo. Sin embargo, su corazón estaba entristecido por la desaparición de su hermano y de su mentora.
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En uno de esos días que se aleja bastante del bosque. Guinevere deambulaba entre los rayos de sol filtrados por las hojas, se topó con un apuesto caballero llamado Agravain.
Por otro lado este había sido enviado por orden del rey para traer a Guinevere ante él, con la intención de convertirla en su esposa.
Sin embargo, el destino tenía otros planes. Durante su misión, Agravain se encontró con diversos contratiempos que le impidieron llevar a cabo su tarea de inmediato. Herido y desorientado, para ser encontrado por Guinevere.
—¡Oh, vaya! Pareces estar herido ¿Estás bien?
—Sí, solo un rasguño. Pero necesito descansar un poco—siendo esta una descarada mentira porque claramente le costaba bastante caminar.
—Ven conmigo. Tengo un lugar donde puedes descansar y curar esa herida—le dijo ofreciendo su mano para levantarlo.
—Gracias, eres muy amable—le dice para apoyarse sobre el hombro de ella y empezar a caminar.
—¿Qué te trae por aquí? Este no es un lugar seguro para estar solo. Las hadas son bastante territoriales.
—Estoy de misión, pero parece que me han superado. Igualmente podría aplicar para ti ¿Por qué está cerca del bosque? Siendo tú una humana.
—Bueno, por aquí hay una pequeña cabaña donde yo vivo actualmente, estarás a salvo. Puedes quedarte todo el tiempo que necesites.