Emiko ha despierta, ya es de día. El sol está en su máximo punto. Lo único que recuerda es cuando le dieron el golpe en la espalda. Se levanta, dando tumbos, se sacude la ropa y descubre que tiene la vestimenta completamente rota. Pero, ¿cuánto tiempo ha pasado desde las 7?
-¿Qué ha pasado? ¿Qué ha pasado con los compsognathus? Y, ¿por qué he avistado un dinosaurio que, supuestamente, estaba extinto? De repente, Emiko escucha un sonido detrás de ella. Se giró esperando lo peor. Pero, de debajo de una piedra encontró una extraña criatura de aproximadamente un metro.
-Tú, te pareces mucho a...-dijo Emiko.- ¡Drednaw! Pero, Drednaw no existe. Es un Pokémon inexistente.
La criatura la mira fijamente con curiosidad y lentamente comienza a acercarse a ella. Emiko se ha quedado sin palabras, sin saber qué hacer. Finalmente, la criatura se detiene frente a ella y emite un sonido gutural.
Emiko, en un acto de valentía, decide acercarse y acariciar la criatura con cuidado. Para su sorpresa, la criatura comienza a mostrar gestos de afecto, parece entenderla. Emiko no se lo puede creer, ¿es posible que los Pokémon hallan cobrado vida de alguna manera desconocida para ella?Emiko decide llevar a la criatura a su casa y cuidar de ella, sabiendo que el mundo ha cambiado de alguna forma inexplicable. Pero ella aún sigue con muchas dudas.
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El despertar de La Bestia: La Ira de GAMERA.
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