Me había despertado el dolor de cabeza, podía sentir el olor a pucho que provenía de la cocina, lo cual hizo que me maree un poco debido a que apenas abría mis ojos. Como pude, me levanté y comencé a caminar hacia el baño, dónde me lavé la cara, los dientes y me peine un poco. Al terminar, entré en la cocina y pude verla allí sentada, con un vaso de cerveza en una mano y un pucho en la otra.
⸺¿Tan temprano arrancas?⸺ Pregunté mirándola mientras abría la heladera buscando agua.
⸺¿Ni buen día vas a decir?⸺ Contesta sin verme.
⸺Buen día.⸺ Dije seca, tomando una pastilla y guardando el agua nuevamente.
Volví a mi pieza y busqué mi pistola, la cual estaba guardada abajo del colchón. La guardo entre mi pantalón y mi cintura, para salir de allí y dirigirme hacia la puerta del departamento.
⸺¿Ya te vas, pendeja?⸺ Cuestiona y le da una calada a su cigarrillo.
⸺¿Te tengo que avisar ahora?⸺ Rió irónica y ella muerde su labio.
⸺Más respeto que yo todavía soy tu madre, te digo por si no te enteraste.⸺ Habla depositando las cenizas en el cenicero de vidrio.
Yo rodé mis ojos y salí cerrando la puerta, cuando se levantaba con ganas de pelear era insoportable, y con este dolor de cabeza yo no tenía ánimos para pelear con nadie. Caminaba por el barrio con los ojos entrecerrados, el sol me estaba matando. No recordaba nada de la noche anterior, pero seguramente me había pasado de tragos y de alguna otra cosa, como siempre. Golpeo el portón tres veces, rogando que me abran rápido.
⸺¿Quién es?⸺ Escucho la voz de Cochi desde el otro lado.
⸺Chula, ¡abrí nene!⸺ Le grito y vuelvo a golpear, apurandolo.
⸺Bue, ¿Qué me apuras, negra?⸺ Dice abriéndome la puerta y yo río, caminando hasta los sillones.
Finalmente me senté y pasé mis manos por mi cara, el dolor que sentía era insoportable.
⸺Pasame el plato.⸺ Le pido a Cochi el plato con merca que tenía entre sus manos.
⸺Ah bueno, estabas apurada se ve.⸺ Se burla él extendiendomelo.
