Habían pasado ya varios días desde lo ocurrido, a Kiru le habían dado el alta, Carlos se mudó a una casa un poco más grande ya que la Chila estaba embarazada y no tenían tanto espacio. Seguía sin saber nada de Hernán, como de su hermano. Desde que lo vi con la China, no volví a buscarlo, algo me tenía incómoda con él y no tenía muchas ganas de verlo, o eso trataba de pensar. La verdad era que lo extrañaba, demasiado, pero trataba de convencerme de lo contrario. Mi mamá había salido con mi hermanastro, supuse que a hacer las compras, yo estaba sentada desayunando en completo silencio, algo que disfrutaba bastante, pero lamentablemente no duró mucho. La puerta se abre repentinamente, se asoman mi mamá, mi hermanastro y alguien más atrás suyo.
⸺¡Mira quién volvió!⸺ Exclama ella corriendose y dejándome ver así al Tivi.
No sabía como reaccionar, no esperaba en absoluto la salida del Tivi de la cárcel, pero no me alegraba ni tampoco me molestaba.
⸺¿Ni hola le vas a decir a tu viejo?⸺ Pregunta Fabiana, haciéndome enojar instantáneamente.
⸺Hola, Tivi, felicidades che.⸺ Le digo forzando una sonrisa y él me la devuelve.
Mi relación con el Tivi siempre había sido completamente neutral, a mi la verdad me parecía un boludo, además de un traidor. ¿Formar una familia con la mujer de tu amigo después de que lo maten por salvarte a vos? Yo lo consideraba una falta de respeto, pero me reservaba los comentarios, si mi vieja era aunque sea un poquito feliz, entonces daba igual. Aunque me moría de la bronca cada vez que decía que Tivi era mi papá, yo bien claro tenía que sangre era la que corría por mis venas.
⸺Nicole, anda a compra' birra.⸺ Me grita mi progenitora desde la cocina.
Bufé pero obedecí, bajo las escaleras y me dirijo hacia algún kiosco, de fondo podía escucharse la cumbia, había olor a asado en unos pocos lugares. La mañana estaba hermosa, había un solcito divino. Me pongo en la fila para poder comprar, espero poco más de cinco minutos y me voy con una botella en cada mano.
⸺¡Que milagro!⸺ Grita Cochi que venía caminando en dirección contraria a mi.
Yo sonrío ampliamente, y cuando estamos lo suficientemente cerca nos saludamos con un cálido abrazo.
