🚔

763 43 8
                                    
















































Ahí se encuentra, el más temido militar de toda Argentina. Iván buhajeruk, uno de los más importantes, apunto de pasar a sargento.

Está chupándole la pija de lo más lindo al mayor traficante de toda américa. Tan solo para que no ataque a su amada patria.

Está de rodillas, con lágrimas saladas cegando su vista y cristalizando sus bellos ojos cafés. Trata de hacer lo mejor que puede, pero sabe que luego de aquello, no podrá elevar la voz para entrenar a los soldados; la primera vez que hizo esto, se la pasó tosiendo.

Rodrigo tenía como perrito a Iván, desde el momento que observó al azabache, supo que el sería su perdición en el placer.

Y no se equivocó.

El cabello enrulado de color negro es tomado por una fuerte mano, que lo obliga a seguir descendiendo hasta la base. La comisura de sus labios empiezan a crear un dolor, ante el estiramiento repentino de sus labios; ahueca sus mejillas y chupa, asombrosamente aquella acción da frutos, los gruñidos y jadeos de Rodrigo se oyen.

El castaño embiste la boca del menor sin compasión, las manos del azabache se vuelcan hacia su propia erección, creando una fricción deliciosa con su pantalón.

Pocas embestidas sufre la garganta de Iván, puesto que tan solo a los segundos, logra tener su orgasmo, derramando su esencia en la boca del azabache; Lo traga, mientras, ascendiende y finalmente está carente del pedazo de carne en su cavidad bucal. Sus manos viajan a sus cachetes, los cuales limpian sus lágrimas, roza superficialmente su cuello y sabe que mañana le estará cobrando.

El mentón de Iván se eleva, obligada por el dedo de Rodrigo, sus ojos verdes llenos de lujuria. El semblante serio hace recibir un escalofrío a Iván.

— Estuviste bien. — halaga Rodrigo, su voz es ronca. — Pero no creas que esto acabó, ahora quiero escuchar tus gemidos.

— ¿Qué? — Iván se aterra ante aquella aclaración, “¿qué pasará ahora?”






















































Dejen la paja chicos.

ᴘᴀɢᴏꜰᴀɢɪᴀ | ᴿᵒᵈʳⁱᵛᵃⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora