Capítulo 38 Rubia cambiada y verdades

105 10 6
                                    

#_____:

Abro los ojos, sintiendo una presión en el pecho que provoca falta de oxígeno en mi sistema, como si de unas manos tratando de romperme en dos se tratase. Siento las lágrimas asomarse por mis ojos y me quiero pegar una bofetada por eso, porque estoy a punto de llorar por algo que sólo fue gracias a la imaginación, un sueño que podía jurar que era cien por ciento real, un juego cruel de mi mente.

Nada más.

Me quedo acostada en la mitad del colchón, en un intento de tragar el nudo de mi garganta y forzar los recuerdos a alejarse. No quiero llorar. No aquí.

—¿___?. ¿Te encuentras bien?.—Levanto la vista y me encuentro con los ojos marrones de Anne. Trago con fuerza y cuando siento que la voz no me va a fallar, digo:

—Estoy bien —Me obligo a forzar una sonrisa para sonar convincente, pero sé que no me ha creído en lo absoluto.

Un suspiro se escapa de sus labios al momento en que se incorpora de su colchón para acercarse al mío y luego tumbarse a mi lado bajo las frazadas que me tapan. Siento la mirada insistente de la chica puesta en mí, pero yo aún no sé que decirle o al menos por dónde comenzar.

—Aún estoy esperando, ___. ¿Qué sucede? —Pregunta con tono angustiado. Trato de esquivar su mirada lo más rápido posible pero ya es tarde, ambas se encuentran antes de que pueda hacer algo. Quiero irme, quiero decirle que no quiero hablar de ello, quiero desaparecer. Pero Anne no se merece eso, y soy consciente de su preocupación, lo que me hace odiarme por no querer hablar con ella.

—Todo era tan real...—Comienzo, con voz temblorosa—Él venía aquí, me decía que me amaba y me besaba, era la reconciliación perfecta... —Tengo la garganta tan cerrada que apenas puedo hablar. Toda la frustración aparece cuando el entendimiento me golpea, porque ahora me doy cuenta de la dependencia que tiene mi cuerpo de aquel rubio, es que en sólo instantes se disparan todas las emociones y todos mis sentidos gracias a él. Dependo extrañamente de Niall Horan.

Y eso hace que me hierva la sangre, porque no quiero que sea así.

—Ustedes son muy estúpidos, ___ —La voz cansada de Anne me saca de mi trance. La miro y levanto una ceja con incredulidad.

—¿Qué te hace decir eso? —Le pregunto, pero la obviedad en sus ojos me lo dice todo y yo sólo me quedo callada.

—Escucha —La mano de Anne viaja hasta mi rostro y retira un mechón de cabello para dejarlo atrás de una de mis orejas. —Niall y tú se aman, de eso cualquier persona en su sano juicio se daría cuenta. El problema viene en que ambos son muy orgullosos y no aceptan sus errores, por eso digo que son estúpidos. —Hace una pausa para sonreír —Sé que Niall te hizo mucho daño, ___, pero él también es mi amigo y sé que está sufriendo de la misma manera ahora. Además, su comportamiento debe tener una razón, ¿no crees? —Frunzo el ceño en un movimiento casi imperceptible. Eso me pareció a una indirecta.— No lo defiendo..sólo que Niall es buen chico y siempre voy a decir que él es el amor de tu vida. Así que en un momento, alguno de los dos tendrá que ceder si quieren volver a estar juntos.

Suspiro sonoramente y dejo caer mi cara contra la almohada en señal de cansancio.

—Puede que tengas razón, Anny.

---

Después de quedarme pensando en las palabras de Anne y recoger todas mis pertenencias volvimos todos a la ciudad y cada uno se fue por su lado. Acompañé a Colin a su casa y después de un rato de caminata ahora estoy frente a la mía.

Todo como antes. Sin ninguna diferencia, excepto la presencia de una chica rubia sentada en los escalones de la entrada. 

Sam.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 17, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Ligeramente Enamorada ||N.H & L.P|| //EDITANDO//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora