Capítulo 1 Y así comienza todo...

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ADVERTENCIA: Puede tener lenguaje fuerte, violencia de todo tipo y contenido sexual. Es tú decisión leerla.

Novela sacada de mi imaginación. No se permite la copia completa o parcial de esta.

LIGERAMENTE ENAMORADA

#_____:

/Hace dos días/

Me arrodillé frente aquellas dos tumbas bien cuidadas, una estaba al lado de la otra y eso lo agradecía. Me incliné un poco a la que tenía escrito: "Elena Jones", acomodé un ramo de rosas blancas en la base y cerré los ojos por un momento tratando de recordar la imagen de mi madre. Abrí los párpados y e hice la misma acción pero en la tumba que decía "Joceb Thompson".

—No saben cúanto los extraño—murmuré contemplando ambas sepulturas.—Ya cumplí dieciseis.. y cómo me hubiera encantado que los pasaran conmigo.-sequé una lágrima que empezaba a recorrer la pálida piel de mi rostro.

—En dos días..— comencé—Vienen nuevamente a firmar los papeles de adopción y con un poco de suerte le podría agradar a alguna familia y comenzar una nueva vida.

—Estos últimos años han sido díficiles, veo como mis amigos se van uno por uno y yo aún esperando, diez años en ese maldito lugar y sinceramente me quedan pocas esperanzas.—solté un suspiro.—Trato de ser la chica alegre y divertida que era, pero no puedo. Anne es la única que de vez en cuando me saca alguna que otra sonrisa.—reí sin gracia.

—¡¡___!!, ya es hora de irnos.—gritaron a mis espaldas.

-¡Ya voy!-contesté de la misma forma, sin despegar la mirada de las tumbas-Los amo y cuando pueda voy a venir a visitarlos de nuevo, deseénme suerte.-besé cuatro de mis dedos y los posé en ambas sepulturas, dedicándoles un cálido beso.-Volveré, lo juro.-me incorporé y me encaminé a la salida, dónde James me esperaba.

/Dos días después/

—¡¡¡Despierta!!!, ¡Joder despierta _____!.—la voz chillona de mi amiga retumbó en mis oídos como si fuera a matarme.-¡Joder ____!.—exclamó Anne mientras, me empezaba a sacudir de un lado a otro, fastidiada, abrí mis párpados de golpe.

—¡Pero que te pasa!.—reclamé, incorporándome de la cama molesta. Apuesto a que mis mejillas ya se habían tornado rojas de la ira, realmente odio que Anne me despierte de esta manera, y lo peor es que ya se le está haciendo costumbre.

—¡Tú no te despertabas!.—elevó sus brazos a modo de inocencia. —Además, no es mi culpa que tengas un sueño tan pesado.—exclamó.—Discúlpeme señorita ___, pero por si no lo recuerda tiene que arreglarse porque hoy vienen a adoptar.—rodó los ojos, mientras hacía comillas con sus dedos en esto último.

—¿Qué hora es?.—evadí sus comentarios melodramáticos. Entré al baño y me empezé a sacar las pocas prendas que ya empezaban a molestarme.

—Son las nueve y cuarenta y siete.—contestó, mirándose el reloj que adornaba su muñeca.

—¡Es muy tarde!.—espeté alarmada, era poco frecuente que me despertara tan tarde, es decir, no soy el tipo de chica que se pasa todo el día en cama.

En menos de 15 minutos salí del baño con una toalla de Justin Bieber enrollada alrededor de mi cuerpo, me encaminé al armario, buscando algo apropiado para la ocasión, quería dar buena impresión a todos los que llegasen hoy, al fin, me decidí por una ramera negra con unos shorts algo desgastados y unas converse azules. No tenía que dejar de ser yo, así soy, así me visto y así seré. Si no les gusta, se joden.

—¿Qué tanto me miras?.—cuestioné a mi amiga que no me quitaba los ojos de encima.

—Pensaba en que haríamos si nos separan.—respondió, sin levantar la vista del suelo. Mi estómago se encogió ante sus palabras.

—Nadie nos va a separar.—me acerqué a ella y la abrazé por los hombros.—Tú eres mi hermana, no permitiré eso.—besé su frente, consiguiendo una pequeña sonrisa de su parte.

—Bueno... ¿sabes?... es que estoy muy nerviosa.—me confesó, mientras se acercaba con la peineta y la plancha de pelo en ambas manos para realizar su trabajo de siempre.

Anne secó mi pelo y lo planchó cuidadosamente mientras, conversabamos de cosas sin sentido, esta chica era como mi estilista me ayudaba en una cosa tan simple como esta. Le dí los ultimos toques de maquillaje a mi rostro y me observé en el espejo, me maquillo natural, es mi onda, después no quiero depender de polvos, rímel ni sombra para verme bien.

—Listo, ¡mira que linda quedaste!.—me alagó mi amiga, entregandome una amplia sonrisa.

—Es que yo soy hermosa, mi amor.—le corregí posando, acto con el que ambas comenzamos a reir. Unos golpes en la puerta interrumpió las risotadas que inundaban la habitación.

—¡Pase!.—exclamó mi amiga, ordenando su oscura melena.

La puerta se abrió y pude contemplar a un hombre de mediana edad, ojos verdes y sin afeitar. James, el director de esta cárcel, digo orfanato. Él era como mi segundo padre por decirlo así, me apoyaba en todo y siempre estuvo pendiente de mí desde que llegué aquí. Él me considera como la hija que no tuvo y cada día trata de que el tiempo que pase en este lugar sea el mejor.

 —¡James!.—corrí hacia él y salté a sus brazos. Necesitaba un abrazo porque puede que sea el último que le dé y eso llega a asustarme, diez años es mucho tiempo y sinceramente considero este orfanato como mi hogar, he vivido grandes momentos aquí, cumpleaños, llantos, risas que te llegan a doler el estomago, fiebres, logros y sobre todo ganar una hermana y un segundo padre, Anne y James.

Alejé mi rostro de su hombro y lo miré a esos ojos que me gustan tanto, su expresión era díficil de decifrar, tristeza, ternura, emoción y angustia era lo unico que pude captar. Sabía muy bien a que se debía así que decidí no preguntar.

—Estoy un poco asustada.—confesé cabizbaja.

Sentí unos cálidos dedos sobre mi mentón, obligandolo a elevarse.

—No tienes por qué, al contrario, deberías estar feliz porque hoy esta la posibilidad de salir de aquí y comenzar una nueva vida.—esbozó una sonrisa.

—Pero..

—Piensa.—me interrumpió.—Casa propia, escuela, luego universidad, amigos, padres nuevos e incluso podrías enamorarte de alguien.-hizo una mueca en esto último, no pude evitar sonreír de tan sólo pensar en eso. Tiene razón, nada de eso lo lograría permaneciendo en este lugar. Es una oportunidad que no debo desperdiciar.

—Joder, siempre tienes razón.-reí volviendolo a abrazar.—Gracias por todo James.—murmuré.

—No hay de qué ____.

—¡Oigan..gracias por integrarme!.—reclamó la castaña que estaba a mi lado.

—Oh, Anne ven aquí.—James le abrió espacio y nos abrazó a ambas de forma paternal.—Mis niñas se van.—nos acarició el cabello.

—Okey, mucho afecto por hoy.—soltó mi amiga, rompiendo el abrazo grupal. Negué con la cabeza divertida, ¿Quien la entiende?, primero se queja por sentirse excluída y luego se separa en menos de dos minutos.

"No hay duda, esta chica es bipolar."

—Bien, vamos que las esperan.—James nos abrió la puerta.—Ya saben, sean ustedes mismas y sorpréndalos. —nos guiñó un ojo.

—Eso espero...—murmuré para mí misma.

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NOVELA EN EDICIÓN AÚN.

Por ello las faltas de ortografía y redacción más que todo en los primeros capítulos, esta novela la comencé a escribir desde pequeña así que hay varias cosas por corregir. Tengan paciencia, soy humana también :)

PD: Los " " son los pensamientos de los personajes.

Espero les guste chicas, un saludo desde Chile :3

Ligeramente Enamorada ||N.H & L.P|| //EDITANDO//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora