𝘾𝘼𝙋𝙄𝙏𝙐𝙇𝙊 3 𖤐| Ordenes

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—Recuerdame no dejarte tomar demasiado la próxima vez

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Recuerdame no dejarte tomar demasiado la próxima vez...

¿Por qué- ¡hip! Lo dices? efectivamente estaba borracho, tanto así que Satan lo llevaba cargando como si de un costal se tratase.

Si pudieras verte ahora mismo, ni siquiera puedes caminar solo respondió con un poco de fastidio, pues Lucifer podrá ser pequeño, pero pesaba más de lo que imaginaba.

¡Hip! ¡Oh, por favor! ¡Mientes, te lo demostraré! gritaba molesto.

Esta bien, pero deja de gritar dejó a Lucifer de pie en el suelo, para segundos después éste cayera sentado— Te lo dije.

Mm... Como sea, ayúdame Satan lo levantó nuevamente— ¿Ya nos vamos?

Si, te dejaré primero en tu casa y luego me iré yo.

Caminaron hasta el estacionamiento, encontrándose con el pequeño diablillo que conducía la limusina. Abrió la puerta para que ambos pudieran entrar al vehículo.

¿Ha donde los llevo ahora señor? preguntó el diablillo.

Llevanos al castillo Morningstar, por favor.

Enseguida prendió el vehículo y empezaron a avanzar.

Satan acomodó a Lucifer a su costado, le sorprendió ver al ya mencionado dormido, pero era lógico, bebió como si no hubiera un mañana. Por su lado, no sentia ninguna embriaguez, era casi muy resistente al alcohol, "años de experiencia" supúso.

Media hora después, ya habían llegado a su destino, bajo de la limusina (cargando nuevamente a Lucifer) y entró fácilmente, los guardias ya lo conocían, y era el único que tenía el privilegio de entrar sin aviso. Dejó al soberano en su habitación, antes de irse lo despertó.

Luci, despierta ya estás en tu casa movió un poco su cuerpo, provocando que abriera sus ojos.

Mi cabeza, me duele...

Y como no, tomaste demasiado, cosa que no estas acostumbrado colocó su mano en la frente de su contrario, verificando que tenía fiebre— Mañana estarás mejor ¿Tienes algún medicamento?

Si, en el cajón señaló.

Busco algunas pastillas, las cuales las halló en segundos, cuando se volteó donde Lucifer, se percató de que derramaba varias lágrimas. ¿Ahora qué?

¿Qué sucede contigo y esos cambios de humor? dejó el medicamento a un lado y se sentó a su lado— ¿Vas a decirme que te pasa?

𝐋𝐎 𝐏𝐑𝐎𝐇𝐈𝐁𝐈𝐃𝐎 𝐀𝐓𝐑𝐀𝐄 • 𝙍𝙖𝙙𝙞𝙤𝙖𝙥𝙥𝙡𝙚/𝘼𝙥𝙥𝙡𝙚𝙧𝙖𝙙𝙞𝙤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora