Bodeguita de Mar (Lionel Scaloni)

Sobre cómo Mar y Lionel se encontraron...

... y fueron el centro de la fiesta.

Mar se miraba al espejo después de haberse hecho unas trenzas en su cabello, a ambos lados de su cabeza, peinándoselo así en un semi recogido. Se había iluminado el castaño y aplicó un tratamiento de nutrición que facilitó que sus ondas naturales y su largo hasta la cintura se lucieran.

- ¿Te falta mucho?- le preguntó su hermana, queriendo entrar al baño.

Sin contestar, salió del lugar y regresó a su habitación.

- ¿A dónde vas tan arreglada vos?

- A una fiesta.- Mar se volteó para responder. Su hermana era muy curiosa.

- ¿A la mañana?

- Es al mediodía, pero como es en una quinta, tengo que estar lista antes de las once porque me pasan a buscar para ir.- explicó, rogando porque no hiciera más preguntas.

Siguió su camino hacia su habitación, y se sentó en la cama, junto al vestido que iba a usar. Había elegido todo su atuendo cuidadosamente porque tenía que estar a la altura de su compañero. Nati le había ayudado a decidir qué ponerse mientras compartían una videollamada, donde Mar se probaba lo que tenía en su ropero. Su amiga se pasó el rato recordándole toda la ropa que se compró cuando estuvo de visita en Estados Unidos y que, por encontrarse en otoño, sería buena idea estrenar. También le recomendó que usara un conjunto de lencería exclusivo porque "no sabés qué puede pasar después". Mar había decidido callar sus pensamientos al respecto.

Se puso entonces su vestido boho chic de mangas largas y estampa de flores encima de un corpiño y bombacha de encaje negros, y se calzó unas botas marrones de gamusa. De abrigo había escogido una pashmina y un saco a tono con su calzado. Cuando estuvo lista, dejó su habitación dirigiéndose hacia la cocina, donde aguardó con paciencia a que su novio ficticio llegara por ella.

Estaba sentada frente a la isla, tomando un vaso con agua para hidratar su garganta seca por los nervios, y con la cartera que había revisado unas diez veces para asegurarse de que llevaba todo lo que pudiera necesitar sobre sus piernas, cuando sintió la bocina del auto llamarla desde afuera.

- ¡Ya me voy, Laura!- exclamó.

- Suerte, y pasala bien.- respondió su hermana desde su oficina. Laura hacía trabajo freelance en diseño gráfico y trabajaba los sábados.

Mar caminó hacia la puerta, pero antes volvió a mirarse al espejo para asegurarse de que cada prenda y accesorio estaban en su lugar. Se colocó sus lentes redondos, exhaló en su intento por tranquilizarse y finalmente salió.

- Boluda, estás re linda.- exclamó Lionel al verla.

El DT estaba apoyado en el auto, y tenía un ramo de flores en la mano. Mar se sonrojó, no solo porque no pensó que se tomaría tan en serio el personaje sino también porque estaba sumamente apuesto con un jean gastado combinando el azul del pantalón con zapatillas, sweater y un sobre todo negros.

"Ay Scaloni, yo si que me voy a meter en el personaje de novia enamorada... Porque me tenés hecha una boluda" pensó, mientras caminaba hacia él.

- Vos también.- dijo al fin.

- Tomá, son para vos.- dijo Lionel entregándole el ramo.- Para que vayamos generando ambiente y creando la farsa.

Aquella idea le sacó un poco de tensión, y Mar rió sonoramente. Lionel se sumó a ella, pero calló primero para contemplarla.

- Están re bonitas.- dijo ella aspirando su aroma, pero al levantar la cabeza, lo encontró mirándola fijamente.- ¿Todo bien?- preguntó.