Utopía Perfecta [+18]

Capitulo 29

—¡Por fin libres!—Grito Sasha.

—Ese par va a mover cielo y tierra por encontrarnos, ¿crees que tu hermano sospeche de Mikhail?—Pregunte nerviosa por todo esto.

—Mikhail es su hombre de confianza, su hermano y su amigo. El tiene un plan para que nos dejen en paz un buen tiempo, pero en algún momento tendremos que volver. Para ellos no existe imposibles, así que si no regresas, te aseguro que te van a buscar hasta en el mismísimo infierno. Esos están locos y no se que le diste a Vlad pero nunca lo había visto tan emocionado por una mujer. O sea imagina que puedes tener a mi sobrino en tu vientre ahora mismo. Cuando el jamás quiso tener hijos, eso es impresionante.

—Sabes que es lo peor de todo, que aún quiero a ese imbécil de Lionel y tú hermano me gusta, me encanto como me follo. Pero al mismo tiempo los detesto. Me ven como una propiedad, como un objeto y lastimosamente no le pertenezco a nadie más que a mi misma. El otro tema, tengo un conjunto de emociones que me abruman. Me da miedo y emoción pensar en un hijo.—Suspiro y observo todo el paisaje nevado desde la ventana del helicóptero.—Vladimir sólo quiere que tenga a su hijo para poder vengarse de Lionel, el no lo amaría. No deseo eso para mi hijo, ojalá no haya quedado embarazada.—Termino de hablar y Sasha sólo observa mi vientre.

—Algunos hombres son unos malditos. Se perfectamente lo horrible que es nacer en una familia de mafiosos. Si llegas a estar embarazada, prometo cuidar a mi sobrino con mi vida. Tu eres una gran mujer y te quiero mucho. Ahora olvidemos todo esto y disfrutemos de la paz que tendremos.—Ella me abraza y le respondo de la misma forma.

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Ambos hombres estaban en el suelo desangrándose ligeramente por el disparo en la pierna. Y lo impensable se hizo realidad. Los dos peores enemigos de las mafias más poderosas del mundo, tirados en la nieve hicieron una tregua y todo fue por esa mujer de ojos verdes y mejillas rosadas que les había conquistado.

—Ya miraste lo que nos hizo, es una mierda.—Hablo molesto el zar.

—Ella es tan complicada, yo varias veces perdí la cordura y casi la mato. Ninguna mujer me había enfrentado y menos dispararme como ahora y aún la necesito a mi lado. Esto es tan decadente.—Respondió Rothschild.

—¡Jajaja! Esa gatita vuelve locos a los hombres, yo también caí bajo su inocente encanto. Es como una droga, cuando la pruebas, ya no puedes dejar de desearla y quieres más y más hasta estar perdido, así como tú ahora.

—Por algo son conocidas las Hacon, son unas malditas brujas que nos vuelven locos. Ahora dime ¿cómo fue que ese par escapó? Alguno de tus hombres las ayudo.

—Creo saber quien fue, ¡Mikhail! Fuiste tú verdad.—El grito de Vlad fue potente y Mikhail sonrió, asegurando que fue el quien ayudó a las chicas.

—En efecto hermano. Yo fui quien las ayudó a irse, tú y ese estupido jodieron mucho a la niña esa, Sasha me imploró y no tuve mas remedio. Que necesidad tenia ella, de estar aguantando a tres viejos ridículos obsesionados. Sin embargo por lo que acabo de ver ella los unió por un bien común. Ya me cae bien, por fin se acabaron las guerras innecesarias. Te doy un consejo Lionel, mata al hijo de puta de tu padre y comparte a tu mujer con el zar, te aseguro que te vas ahorrar muchos problemas innecesarios. Su enemistad siempre fue por lo que sus viejos, se hicieron entre sí y ahora que encontraron a la mujer de su vida unan ambas mafias y vuélvanse los reyes del mundo.—Ambos hombres se observaron y sonrieron al mismo tiempo dándose un apretón de manos.

Mikhail sonrió y les ayudó a ambos hombres a levantarse, Edward también se acercó y aplaudió la alianza que en ese momento se realizó.
Todos los hombres bajaron las armas y se arrodillaron, ante los dos hombres que decidieron dejar años de peleas, por buscar el amor de Miranda y ser feliz con la mujer que llenaba su corazón.

—Dinos a donde están.—Pidió Lion.

—Olvídalo, no les diré nada. Déjenla tranquila que cuando ella quiera aparecerá.—Respondió alegremente.

—No nos será difícil encontrarla, dejémosla sola un tiempo. Tengo una duda ¿Por que aceptaste tan rápido compartirla conmigo?—Pregunto el zar.

—Me enteré que Charles tenía un plan para matarme y quedarse con ella. Si tú y yo peleáramos por ella los dos íbamos a terminar muertos. Tenemos años peleando por negocios y a sido desgastante, también está el hecho de que quieres vengar a tu madre, pero eso fue algo que hizo el. Ahora sólo voy a unir fuerzas contigo para que lo hagamos sufrir, no sabes todas las consecuencias que tengo por todo lo que me hizo pasar. Tú tienes que hacerle pagar y yo igual...

—No sabes cuánto voy a disfrutar arrancarle la cabeza y colgarla en mi estudio.

—Haz lo que quieras, que yo me voy a cobrar el haberme convertido en un maldito monstruo.

Ahora existía otra razón por la cual este par de mafiosos iban a unir fuerzas.

Todos los ahí presentes caminaron hasta el búnker de los Romanov, con la finalidad de atender a los jefes y poner en marcha el plan, para cazar a Charles Rothschild.

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Mientras tanto, luego de llegar a un aeropuerto privado, abordar un avión y después de varias horas. Las dos llegaron a Gstaad un pueblo en suiza, donde una hermosa casa las esperaba.

—Finalmente llegamos, estoy cansada, quiero dormir.

—Yo igual, necesito un buen baño y dormir todo un día.—Respondí mientras me recostaba en un sofá.

—Bueno cuñis ahora vamos a descansar y ya mañana salimos de compras, ahora si voy a reventar mis tarjetas.—La mirada malvada que pone me da risa.

—Me parece bien, pero ya será mañana. Muero de cansancio.

—Ok, ok, ahora ven te voy a enseñar tu habitación.

Después de darme un baño y tomar un café me relaje como nunca. Poder estar sola, sin el estrés de ser perseguida o lastimada por un hombre, me hacían sentir viva, tranquila y feliz. Cuando hable con Sasha después de estar encerrada con su hermano, me quedo claro que estaba equivocada. Ella era una verdadera amiga, que peleo con su hermano cuando me llevó a esa asquerosa celda. Ahora lo único que tenia que hacer era disfrutar mi tiempo y pensar en que iba hacer cuando finalmente volviera a mi pesadilla...