La Destinada de los Douglas

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"El que es celoso, no es nunca celoso por lo que ve; con lo que se imagina basta."

- Jacinto Benavente

Sasha

Siempre me habían gustado las cosas que sexualmente no eran normativas. Vivir con la familia Sax me había abierto la cabeza a un mundo de parejas completamente distinto, y después trabajar en La Reina, me terminó de mostrar mi verdadera naturaleza.

No podía decir o afirmar completamente, que era bisexual. No me veía teniendo una relación de pareja con una mujer, me gustaban los intercambios que se podrían dar con ellas. El erotismo de un beso entre mujeres, las manos corriendo por un cuerpo delicado y la sensualidad de la feminidad...

Eso sí me gustaba.

Pero si tuviese que elegir volvería mil veces a un hombre. Siempre pensé que podría volver al mismo, que mis fantasías corrían alrededor de un tipo alto de cabello castaño y desordenado, pero las cosas habían cambiado desde ese momento.

Hoy volvería a los brazos de su hermano, aunque si mi fantasía vagaba un poco más, podría llegar a imaginarlo a Jasper incluido en la ecuación.

Entonces descubrí a una pareja en la ciudad que disfrutaba de los intercambios swingers, no habíamos hecho nada pero despejé todas las dudas que tenía.

Y cuando se me presentó la oportunidad de hacerlo mientras estaba estudiando en el extranjero, no lo dudé ni por un segundo.

Al principio fue extraño, estar teniendo relaciones sexuales con una pareja consolidada. Después que se desempeñara algo un poco más, como sexo grupal. Lo que sí destacaba es que el respeto siempre era la piedra angular de todo.

No es no. El consentimiento es fundamental. Tu palabra y tus deseos cuentan al igual que los de todos. Absolutamente todo se habla. Si hay algo que te incomoda, dilo.

Parecían tonterías, pero era increíble como en el mundo vainilla todavía había que explicarlo.

Y volviendo a la actualidad, me encontraba en uno de los momentos más extraños y surrealistas de mi vida sexual.

Nunca creí que esta etapa la iba a compartir con Jasper. Siempre había tenido un enamoramiento por él y quizás siendo un poco honesta conmigo, algo de esa esencia había quedado. Pero si fuera aún más honesta, no me veía ni por casualidad siendo una pareja con ese hombre.

En cambio sí lo haría con su hermano, aunque no sabía si estábamos en la misma sintonía como para estabilizarnos.

De golpe todo se había hecho muy confuso, sentía deseo por ambos, pero me parecía faltarle el respeto a James, tener algo con Jasper.

¿A quién engaño? Creo que sería una falta de respeto a la joven Sasha que lloró mucho por ese tipo.

La habitación quizás no era lujosa, pero estaba por encima del promedio. Había una gran cama, demasiado grande para un cuarto convencional. Tiras de luces LED azules iluminaban todo, y el sonido estéreo tenía una música suave que era sumamente erótica.

Parecía una playlist sacada de la película 365, un film que me encantaba pero ahora tenía la oportunidad de armar mi propia porno.

Martha y Martín tenían muchísima experiencia en esto, él estaba completamente seguro del disfrute de su esposa, y ella iba directamente al grano.