Los dioses de la guerra (Goku renace en God of war)

Capitulo 14 (God of War)

Y los hermanos cayeron al Inframundo, con el río Styx atrayéndolos, con unas corrientes tan fuertes que podrían llevar hasta el más fuerte de los mortales hacia su lugar de descanso eterno. Pero los hermanos no tenían intención alguna de descansar, tenían intención de vivir, para volver a la tierra y completar su misión.

Kratos y Goku pudieron evitar caer al río Styx agarrándose del capitán del barco que había muerto a causa de la Hidra hace tanto tiempo. Usando al Capitán, subieron a el Camino de Hades, un camino hecho de plataformas de carne y hueso. Goku miró sus manos y las apretó.

Goku: Ya no tengo las Espadas de los Condenados. ¿Cómo regresaré al mundo de los mortales?

Kratos miró a su hermano, una pizca de miedo lo atravesó ante la idea de perder a su hermano, pero desapareció cuando vio el amuleto de Artemisa brillando.

Kratos: Parece que Artemisa continúa dándote regalos, hermano.

Goku sostiene el amuleto en su mano y la luz emana de él le da una sensación calida.

Goku: Nuestros aliados nos sonrien.

Kratos: Efectivamente lo hacen. Ven hermano, tenemos una tarea que completar.

Goku agarra el amuleto en su mano antes de sacar la Espada de Artemisa de su espalda. Kratos y Goku atravesaron los pozos de Hades con una sensación de familiaridad. Después de todo, esta no era la primera vez que descendían al reino de los muertos. Las bestias del Hades los atacaron en el camino para encontrar una salida del pozo maldito. Mientras luchaban, Goku descubrió que le parecía casi natural empuñar la Espada de Artemisa, casi como si la espada estuviera hecha a medida para él.

Los hermanos continuaron viajando hacia arriba a través del Hades. Cuando llegaron a lo que parecía ser la cima de su camino, una gran piedra atada a una cuerda cayó desde encima de ellos. Los hermanos treparon por la cuerda hasta la cima y, sorprendentemente, se encontraron saliendo de la tumba que el sepulturero estaba cavando en el patio del Templo del Oráculo.

Sepultero: Ah, espartanos, ni un momento antes. Hace solo un momento que acabe de cavar.

Kratos: ¿Quién eres?

Sepulturero: Vaya, esa es una pregunta interesante. Pero ahora, deben darse prisa, Atenas los necesita.

Goku: ¿Pero cómo sabías que nosotros-

Sepultero: Atenea y Artemisa no son las únicas diosas que los vigilan, espartanos. ¡Completen su misión y los dioses perdonarán sus pecados!

El Sepulturero había desaparecido en el aire mientras los hermanos no miraban. El templo del Oráculo quedó completamente destruido a medida que avanzaban a través de él. Los hermanos atravesaron el templo y se dirigieron a los acantilados del otro lado. Aquí vieron a Ares parado en la bahía, sosteniendo la Caja de Pandora por una cadena.

Kratos y Goku habían atravesado el Desierto de las Almas Perdidas, vencieron las mortales trampas de la caja de Pandora y escaparon del mismísimo Hades. Pero aun les quedaba algo por hacer.

Ares: ¡Zeus! ¿Ves ahora lo que puede hacer tu hijo? ¡Concedes tus favores a Atenea, ver su ciudad y ante mí su vida en la ruina! ¡Y ahora, incluso la Caja de Pandora está en mi poder! ¿Me obligaras a usarla contra el mismo Olimpo?

Ares se giró y vio a Kratos y a Goku parados en los acantilados.

Ares: ¿Kratos? ¿Goku? Han regresó incluso del inframundo. ¿Es esto lo mejor que puedes hacer, padre? ¿Envíar unos mortales deshechos a derrotarme? ¿A mí? ¿Al Dios de la Guerra?