Héctor
Al terminar de comer mi padre y Marc fueron a la oficina del segundo lara hablar de trabajo, mi madre y Ona se fueron a un Spa, Duna fue a visitar a su novio y mi hermano cogió su coche y se fue.
Así que aprovechando que no había nadie subí a ver a Edda, sé que no ha bajado a comer por mi culpa y me siento fatal.Al llegar tocó la puerta, y escucho su voz.
-Nana no necesito nada- grita ella.
Al ver que está despierta entro, nada más verme su cara cambia a una de sorpresa y miedo.
-Que haces aquí, si te ven nos matan.
-Tranquila que están todos ocupados- me acerco a la cama y me siento en el borde.
Me fijo en su cara y veo sus ojos rojos sus labios incubados y unas ojeras importantes. Se nota que ha llorado mucho y me siento culpable.
Sé que me pase, pero odio ver como el mundo hace su propia vida y nosotros no podemos, siempre por el qué pensará nuestra familia y su amiga la cual la trata fatal. Me encantaría poder gritar a los cuatro vientos que estamos juntos, poder apartar a los chicos que intentan ligar con ella diciéndoles que somos pareja. Quiero dejar de esconderme, a mí la opinión de los demás me da igual pero sé que a ella no y por ella es que aguanto todo.
-Como estas?- le pregunto realmente preocupado.
Ella deja de mirarme y su vista pasa por toda la habitación al mismo tiempo que se muerde el labio inferior, está nerviosa.
-A ti qué te parece- me dice a la defensiva.
Quiero hablar lo que pasó pero no quiero hacerlo de repente, sé que si voy directo se va ha romper y no soporto verla llorar.
-Edda sé que me pase y te pido perdón.
Veo como va ha hablar pero se corta de repente, parpadea un par de veces pero es inevitable que una lágrima caiga por su mejilla.
-Sabes que es lo peor, que tenías razón- se limpia las lágrimas con las manos- me escribió Lara.
-Que quería?- esa chica me cae fatal, además que no me atrae en ningún sentido ha tratado a Edda fatal desde siempre.
-Quiere tu número, según ella ayer no dejaste de mirarle y quiere hablarte para quedar y seducirte- mientras me lo cuenta desbloquea su móvil y me enseña la conversación- me gustaría decirle que tú tienes pareja, pero sé que me va ha preguntar quién es y no puedo decirle la verdad.
Leo los mensajes y le devuelvo el teléfono.
-Dale mi número que le dejaré yo claro que no me interesa- le digo y la cara de Edda es un cuadro.
-Ni se te ocurra decirle la verdad- dice con miedo.
-No te preocupes no le diré nada, pero tampoco quiero que lo estés pasando mal sin falta- me acerco y le doy un beso en la frente.
-Héctor- la veo titubear pero no dice nada.
-Que pasa?- ella me mira pero no habla- me puedes decir lo que quieras.
La veo pensar y al final se atreve ha hablar.
-Que somos?- una pregunta, dos palabras y una respuesta de lo más complicada.
-Edda- quiero explicarle lo que siento pero ella no me deja continuar.
-Da igual, no importa con lo que sea que tengamos soy feliz- me está mintiendo y no solo lo sé por cómo se chupa los labios, también porque la conozco y sé que ninguno de los dos somos felices así.
-No, quiero que me escuches- pienso lo que voy ha decir y hablo- me encantaría ser tu novio pero quiero pedírtelo en un sitio especial, además quiero que cuando seamos pareja oficialmente se lo podamos decir al mundo.
Ella me abraza y yo le agarro la cara y le beso. Cada vez que beso a Edda siento que el mundo se para y que solo estamos los dos, es una niña maravillosa, sé que nunca voy a encontrar a otra como ella.
-Héctor te quiero- y por primera vez pronuncia esas dos palabras que provocan en mi más de lo que ella piensa.
-Edda yo también te quiero- en realidad es mentira, yo a Edda no la quiero yo a Edda la amo- me tengo que ir quedé con Marc y Lamine para dar una vuelta.
-Vale, yo a lo mejor bajo a la playa un rato- nos besamos y me voy sin que nadie me vea.
Al llegar a casa cojo la moto y me voy a la Masía que es donde quedé con ellos.
Edda
Héctor se fue y yo me cambié para bajar a la playa, cogí un libro y bajé a tomar un rato el sol, aunque no sea verano ya hace calor.
Doy tres toques a la puerta y entro en la oficina de mi padre.
-Voy a bajar a la playa- le aviso.
-Vale, no vuelvas muy tarde- asiento y me dispongo a salir del despacho.
-Edda, sabes si Héctor se fue?- me pregunta Sergi.
-Yo no lo vi- miento descaradamente, él asiente y yo me voy, cojo una botella de agua, un plátano y me voy.
Al llegar a la playa estiendo mi toalla, me echo crema, pongo música y empiezo a leer.
Desconecto del mundo, ahora solo estoy yo y la protagonista de la historia, leo su vida y me identifico con sus pensamientos, reflexiono sobre sus palabras. Toda esa tranquilidad se termina cuando me entra una llamada.
-Tiaaa- lo primero que escucho es un grito De Lara- he quedado con Héctor- de todo lo que podía escuchar esto no me lo esperaba.
-Que dices- intento sonar tranquila cuando en realidad estoy muy cabreada.
-Dijo que quería hablar conmigo en persona, yo creo que le gusto- me dice ilusionada- te pidió mi número- me encantaría decirle la verdad pero tengo que mentir.
-Si me lo pidió hoy, vinieron a comer a casa el y su familia.
-Ahhh, y se le veía ilusionado?- si te dijera la verdad seguro que te enfadabas.
-No sé, me lo pidió se lo di y se fue- el mundo me va ha castigar por mentir.
-Hay Edda, de verdad- me dice fastidiada- no sé qué ponerme, puedes venir a casa.
-Es que estoy en la playa y no tengo quien me lleve- me escuso.
-Bueno pues ahora te mando fotos de los looks- dice y me cuelga.
Porque me mintió, primero dice que me quiere y después me miente, menos mal que iba a quedar con Marc y Lamine.
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Veneno y Envenenados|| Héctor Fort
FanfictionPara que están las reglas si no es para romperlas. Ellos dos saben perfectamente lo que es incumplirlas, llegando a poner en riesgo su familia. Dos familias que quieren unirse pero mediante sus hijos mayores, no pequeños. El error de ser futbolista...