Empezaba una semana nueva en el hospital y Juanjo se encontraba en el despacho que compartían los médicos de esa planta, revisando los evolutivos de enfermería que narraban lo acontecido durante el fin de semana, ya que a él no le había tocado quedarse de guardia esos días. En ese momento le sorprendió ver que en tres de sus pacientes nuevos había muchos apuntes por parte del personal de enfermería:
"Recomiendo subir dosis de furosemida"
"Hablo con la familia para decirles que probablemente el lunes se pueda ir de alta"
"Cambio pauta de administración de metformina"
Juanjo frunció el ceño y miró a Álvaro, que se encontraba enfrente.
- ¿Has estado tú toqueteando a mis pacientes el finde?- Álvaro le miró confundido
- ¿Yo? Que va. Me dijo Martin que estaban todos controlados. No me ha hecho falta ni pasar a verlos.
- ¿Martin? ¿Quién es?
- El enfermero nuevo. Se ha quedado a cargo de los tuyos este finde porque Denna y Lucas no trabajaban. La verdad que para ser nuevo lo tiene todo muy controlado, a mi me quita mucha carga de trabajo... Es bueno.- Juanjo frunció aún más el ceño, mirando las anotaciones de nuevo. Él tenía una forma muy clara de hacer las cosas y no le gustaba que andaran interfiriendo con sus pacientes.
- Ahora vuelvo.- Se levantó atropelladamente y salió del despacho dejando a Álvaro con la palabra en la boca.
Llegó al control de enfermería pero no había ni rastro del del bigote.
- ¿El nuevo?
Chiara levantó la cabeza para mirarle, extrañada
- ¿Qué?
- Que ¿dónde se ha metido el nuevo? Quiero hablar con él...
- Me parece que está en la 32, tomando constantes.
- ¿El 32? Esa es paciente mía creo... ingresó ayer...
- Será paciente de Martin también.- Juanjo la dejó de nuevo con la palabra en la boca para meterse atropelladamente en la habitación número 32 donde vio a Martin, que se encontraba charlando animada y distendidamente con una señora que rondaría los 70 años.
- Bueno Carmen, ahora hablaré con el doctor, pero yo creo que lo mejor será hacerte una analítica y un electro para ver qué es eso que te tiene tan cansada. No es normal que te nos vayas cayendo por las esquinas...- Una voz imponente le interrumpió.
- ¿Podemos hablar?- Martin se giró y se encontró con la mirada enfadada de un Juanjo que no parecía encontrarse de muy buen humor esa mañana.
- Bueno Carmen... Este es J...
- El doctor Bona.- Le corrigió.- Luego vendré a presentarme en condiciones y a comentarle bien las pruebas que le haremos y los pasos a seguir.- Volvió a mirar a Martin.- Me acompañas, por favor.- Fue más una orden que una petición.
El vasco cedió ante las insistencias del doctor y le siguió fuera de la habitación. Le sorprendió que este no se paró en el pasillo sino que siguió andando.
- ¿A dónde vas?
- Al vestuario.- Martin abrió mucho los ojos ante la idea de meterse en ese vestuario otra vez. Con él.- No te hagas ilusiones, bigotes, es solo que no quiero montar un numerito en medio del pasillo. No me gusta que los pacientes vean discusiones entre el personal. Y además no me quiero llevar otra bronca de Bea.
Martin cambió su nerviosismo por una actitud a la defensiva y le acompañó al vestuario. Si quería pelea la tendría.
- Tú dirás- Dijo el menor al entrar al vestuario. La puerta se cerró detrás de él.
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200 latidos por minuto
FanfictionMartin piensa que Madrid está lleno de miradas que esquivan, de hombres aturdidos por demasiadas mujeres, de amigos que nunca están y de almas ingobernables como Juanjo que navegan ese ambiente como si hubieran nacido con ese veneno dentro. Martin...