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16:03 Hs - Campo de deportes del Colegio.

El primer día del torneo había llegado a su fin.

Una fuerte bocina sonando por los alto parlantes indicaba la finalización de la primera etapa de aquel encuentro intercolegial.

El combate grupal había estado muy empatado, aunque según tu perspectiva Tokio llevaba una muy buena ventaja.

De no haber sido por la técnica ritual de uno de los estudiantes de Kioto, probablemente Tokio los hubiera aplastado. Pero dicha técnica ritual consistía en teletransportarse mediante aplausos, algo novedoso y muy pocas veces visto en el mundo del Jujutsu.

Pero, sin dudas, Minato les había propinado sus buenas palizas a los del equipo contrario. Cuando se trataba de combate con artes marciales, el rubio entusiasta de tu grupo era el mejor.

Mina y Akira tampoco se quedaron atrás. La peliverde con su técnica de encojer partes de su cuerpo, pudo resistir y esquivar muchos golpes contrarios.

Mina por su parte, había heredado la habilidad de su padre, la famosa Técnica de proyección, la cuál le permitía modificar su ángulo de visión y asi lograba que los movimientos de su oponente se dieran en un trazo de 24 frames por segundo, otorgándole así una increíble velocidad; por lo que evitó fácilmente los golpes del enemigo, aunque no del todo.

Te sentías orgullosa de tus compañeros y sonreías de emoción, querías consentirlos por haber dado lo mejor de sí en el campo de batalla.

Todos se encontraban siendo atendidos por Shoko, la cuál utilizaba su técnica inversa de uno en uno, logrando así dejarlos como nuevos, listos para el siguiente día del torneo.

Tu observabas la escena deseando tener dicha técnica y así poder echarle una mano, la pobre castaña se veía exhausta.

Resoplaste impaciente mientras la observabas.
No habías visto a Satoru desde hacía un par de horas, y después de lo que escuchaste en la mañana, tu mente jugaba con la posibilidad de que estuviera revolcándose con aquella mujer de Kioto.

Bajaste tu mirada mientras te encaminabas fuera de la enfermería. Revisaste tu celular en busca de algún mensaje del albino, pero nada, no había nada.

Respiraste profundamente, jugando con tu cabello, tratando de no perder la cordura. Te aterraba la idea de volver a sentir el dolor que causa la traición, como lo habías vivenciado en el pasado.

Una mano se posó en su hombro, apretando un poco y deteniendo asi el maremoto de emociones que cargabas en ti misma.

Megumi llamó a tu nombre, pero estabas tan enviciada en tus pensamientos que ni te enteraste de su presencia.

— Hirawa senpai! — exclamó con fuerza el joven azabache — ¿Estás sorda? — dijo frunciendo su frente.

— AH! Megumi — Gritaste dando un brinco hacia atrás por el susto — Disculpa, estaba navegando fuera de mi cabeza — Exclamaste avergonzada, sobando tu nuca.

— Hmmm — gruñó Fushiguro impaciente — Se me antoja ir a la ciudad ¿Podrías acompañarme? — Preguntó, su mirada exigía un Si como respuesta.

— Si, claro! Deja que le avise a Satoru y....— Megumi interrumpió.

— ¿Satoru? ¿Lo llamas por su nombre? Debí haberlo sabido — Dijo el azabache llevando sus manos a los bolsillos, mirándote de reojo, como quien confirma una sospecha.

— Pues si...¿tiene algo de malo que lo haga? — Exclamaste alzando una ceja.

— No, nada. — Respondió — No me sorprende, después de todo eres su novia.

Detras de tí  | Gojo Satoru x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora