11

78 8 3
                                    

Lydia estaba de nuevo obligando al pobre Stiles de recorrerse todas las tiendas del pueblo.

A pesar que ya se le comenzaba a notar la barriga, se dedicó a ponerse camisetas de tallas mas grande de la normal y tan solo parecía que había cogido mucho peso, pero no pensaba que pudiera ocultarlo por ahora, mientras tanto aprovecharía andar un poco.

Aunque sea para perseguir a su amiga.

La Banshee estaba segura de una cosa, estar uno solo con sus pensamientos es lo peor que puede pasar si te ha pasado algo traumante, así que necesitaba distraer a su amigo todo lo posible.

Lo arrastraba por todas las tiendas posibles y lo hacía cambiarse muchas veces de ropa alegando que esos "trapos" que llevaba no serían dignos de un padre como él sería.

Obviamente no solo pasaron por la tienda de ropa masculina para Stiles, sino que también por la infantil para el bebé, aunque aún no se supiera el sexo y por la de los juguetes y otros utensilios que podría necesitar como pañales, cuna carrito, etc.

Stiles no comprendía por qué habría necesitar comprar tantas cosas antes de que llegue la fecha, pero Lydia le decía que luego le sería imposible moverse y hacerlo por él mismo, además de que se acumularía las cosas por hacer.

Y como siempre ella tenía razón.

Por suerte la pudo tranquilizar y cosas como la cuna o el cochecito de bebé no lo compraron hasta que él llegara al menos al tercer trimestre.

Y así ella se quedó conforme.

Compraron cosas muy graciosas como ropa de Batman, Star wars o Spiderman. Además de gorritos de lobito y esas cosas.

Eso en cierto modo le hacía sentir una ternura en su cuerpo sentirse amado por la que antes era su novia.

La cosa entre ellos dos no había durado mucho, resultaba que todo lo que sentían entre ellos era una gran tensión sexual y obsesión por ese sentimiento que no existía en realidad.

Sí, se querían, pero no era más que un amor de amigos o de hermanos, como el que sentía por Scott, y a él no le quería.

No obstante, todas las salidas que le obligó a Lydia a hacer siempre le hacían sentir bien, a ver el lado bueno de las cosas y a olvidarse un poco de las malas.

Por eso aceptó la propuesta de ir al cine con ella.

Obviamente no todo pudo salir bien.

En la entrada del cine había una persona que lo miraba con aspecto divertido y de superioridad.

Una cara de rata que estaba seguro Stiles que no se olvidaría nunca.

El cabrón de Jason.

Stiles quería huir, quería matarlo, herirlo, llorar, chillarle.

Pero no hizo nada de eso.

Solo se quedó ahí mirándolo seriamente quieto desde donde estaba.

Tal vez sería imaginaciones suyas, algo postraumático o algo parecido.

Pero entonces, ¿por qué también veía a Isaac?

Lydia le preguntó varias veces por qué estaba Stiles así, con la cara pálida por el pánico y la mirada fija, iba a preguntar hasta que vio lo que estaba mirando.

Había un hombre muy feo vestido completamente de blanco que tenía agarrado a un Isaac malherido a sus pies.

Automáticamente se puso en alerta, pulsó el botón de emergencias, viendo como ligeramente Isaac se estremecía, y se puso en alerta.

- Dado por la reacción del joven Lahey, la Banshee acaba de pulsar lo que sería un dispositivo que solo los hombres lobo escuchan, así que tendremos poco tiempo solos antes de que ellos lleguen – no se le veía molesto, al contrario, se le veía sumamente divertido – Dime Stiles, ¿qué tal esa pierna? Noté q cojeabas mucho cuando corrías– se burló.

- Vete a la mierda, hijo de puta.

- Oh, ¿con ese lenguaje vas a hablar con tu hijo? Sí, se que estas preñado, ¿acaso te pensabas que en verdad huiste? No Stiles, has hecho exactamente todo lo que queríamos, has venido aquí, causando revueltos y reuniendo a toda la manada, incluido ahora por Isaac – Cada vez que decía su nombre lo decía con una repulsión y de una manera que no quería recordar, la risa del científico sonaba de forma chillona y burlona, no existían palabras para expresar todo el odio que le tenía a ese hombre – Me has dado todo lo que quería, una manada, un feto al que utilizar y sobre todo a ti indefenso, ¿Quién lo diría? Parece navidad.

- ¿Quién ha dicho que esté indefenso? – Se enfrentó Lydia furiosamente – Nos tiene a nosotros.

- No por mucho tiempo – Seguía riendo, el muy cabrón – pero no te preocupes, Stiles no he venido hoy por ti, aún no, tan solo estoy siendo una distracción.

Espera, ¿qué?

No le dio tiempo a pensar bien lo que pasaba, hasta que llegó un lobo que reconoció inmediatamente.

Derek.

El hombre gruñía furioso. Todo su cuerpo estaba en posición de ataque.

- No me atacarás, chucho pulgoso – Seguía con esa estúpida sonrisa – si lo haces matarás al pequeño Lahey, y no queremos eso, ¿verdad? – Otro gruñido – bueno, ahora que nos hemos puesto al día, me dejarás marcharme, porque a Isaac le quedan exactamente 5 min de vida como no le deis le antídoto. Chao.

Derek no sabía qué hacer, ¿corría tras él o se quedaba con Isaac?, los otros podrían llevarlo rápidamente con Deaton, pero no quería dejar a Stiles indefenso.

Así que para su desgracia, lo dejó marchar centrándose en su manda.

Corrieron presurosamente hasta la clínica y por suerte pudieron dale el antídoto a tiempo.

Luego lo dejaron dormir mientras se preguntaban que le había pasado.

Derek estaba furioso, no había podido proteger a su manada, otra vez. Nada de lo que hacía por protegerlos había conseguido ponerlos a salvo. No conseguiría así que estuvieran todos bien.

Por otro lado Stiles se sentía fatal, todo era su culpa, Jason tenía razón, no había conseguido escapar y no estaba a salvo, y ahora encima estaba toda la manada en peligro por su culpa.



N.A: Corto pero necesario

No creo que puedas - SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora