No creo que puedas - Sterek

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Lo primero que notó al despertar fue la mano de Derek sujetándole con fuerza, luego sintió como si hubiera un gran vacío en su interior.

Dirigió rápidamente su mano hacia su vientre irguiéndose como pudo en la camilla en la que se encontraba.

No había nada, estaba de nuevo plano, ligeramente abultado con una horrenda cicatriz marcando la parte superior.

- ¿Y mi bebé? – susurró histérico.

- Stiles... sé que es difícil, tienes que relajarte, has estado muy débil – le dijo nerviosamente su novio con tristeza.

- ¡Quiero a mi bebé! – lloró.

La puerta se abrió, entrando por ella Lydia con una pequeña caja de madera adornada con relieves y pinturas doradas de forma silvestre.

Se la dio con lágrimas en sus ojos.

- El señor Argent ha estado toda la noche tallándola para tu bebé.

Le dio la caja con cuidado temblorosamente.

Stiles se quedó mirándola sin saber qué hacer, no quería admitirlo, pero sabía lo que había dentro y sabía que en cuanto lo viera todo se haría realidad.

Que su bebé estaba muerto.

Y que él no había podido salvarlo.

Otra vez.

Como a su otro bebé.

No había sido suficiente para ambos.

No los había protegido como todo padre haría con su niñito.

No era un buen padre.

Ni lo sería nunca.

Abrió la cajita temblorosamente sin querer mojarla con sus lágrimas.

Dentro se encontraba su pequeño bebé.

Era hermoso.

No estaba claramente del todo formado, pero se podía apreciar claramente su carita pequeñita, sus pequeños piececitos y sus manitas.

Era tan pequeño que cabría perfectamente en la palma de su mano.

Lo observó cómo podía con las lágrimas y lo vio.

Su bebé era una pequeña niña.

Habría tenido una preciosa niñita de no ser por los cabrones que se la robaron.

Una preciosísima niña a la que habría cuidado con tanto amor.

Fue ahí cuanto se terminó de romper y lloró desconsoladamente siendo abrazado por Derek, su mejor amigo y su padre.

- Hemos pensado hacerle el funeral esta tarde, Peter ha movidos unos cuantos hilos para enterrarlo en el panteón de mi familia, estará junto a mis padres – le susurró Derek

Aunque no lo pensó mucho, se sintió muy agradecido que su novio considerase a su hija como parte de su familia.

Volvió a mirarla a la cara y tuvo claro que ella necesitaba un nombre.

Porque se lo merecía, al igual que su otro bebé.

- Adrianna – todos se quedaron mirándolo por su repentina – se llama Adrianna, significa que viene del mar, y al igual que vino se fue, pero eso no quita que merezca un nombre. Al menos eso se lo daré.

Lydia estaba llorando a moco pulmón no podía dejar de pensar en lo injusto que era a veces la vida para las mejores personas.

Por eso no podía quedarse mucho con él.

Cuanto menos tiempo estuviera allí, mejor.

Más a salvo estaría

Pero ahora él la necesitaba allí, necesitaría todo el apoyo posible, ya se encargaría de lo otro ella.

El funeral fue muy bonito, las flores cubría la pequeña lápida en el panteón familiar de la familia Hale y toda la manada estuvieron allí de apoyo, Stiles de vez en cuando miraba las caras de sus amigos, y su padre, que lloraba sin siquiera querer ocultarlo.

Normal, le habían quitado ya a dos nietos.

Parece ser que justamente llegaron los que faltaban de la manada, como Ethan o Jackson que lo abrazaron durante un largo tiempo, para sorpresa de Stiles sin ningún comentario al respecto.

Lo malo vino después, las pesadillas comenzaron a ser peores, recordando una y otra vez los últimos días allí encerrado y todas las muertes que vió en directo como se las arrebataban de entre sus manos.

Una y otra vez.

Tan reales a veces que no sabía si estaba en realidad en un sueño o no.

Como cuando el nogitsune.

Su padre y Derek no se movían ni una sola vez de su lado cuando dormía y lo intentaban despertar y tranquilizar después de diversos ataques de pánicos que tenía como mínimo una vez cada 2 días.

Era insoportable tanto para él como para los que lo rodeaban.

Y eso Stiles lo sabía.

Sabía que era más un sufrimiento personificado que otra cosa para los demás.

Y no soportaba no poder hacer nada.

Por lo que no pudo evitar sentirse tan débil e incapaz de nada que se sentía inútil.

Comenzando muchas veces a autolesionarse.

Primero comenzaba cosas banas como, hacerse daño clavándose las uñas hasta la sangre y quemándose muchas veces con un mechero, lugares complicados de ver.

Pero cuando vio que lo le importaba seguir viviendo, comenzó a cortarse finamente con una cuchilla o lo que pillara.

Esos momentos de dolor eran los únicos que le podían hacer abstraerse de la realidad.

De centrarse en el dolor físico y olvidarse momentáneamente del dolor emocional continúo.

A veces como no podía hacerlo fumaba tabaco de vez en cuando.

Que se volvió rutina.

Conseguía calmar a veces los ataques de pánico.

La manada pensaba que el olor a sangre se debía a las antiguas heridas y al aborto, por lo que no lo tomaron en cuenta, a parte de la palidez de su rostro, que tenía desde hacía ya meses, y esa peste a olor del tabaco, había menos ataques y se le veía mejor, así que no comentaron nada acerca del tabaco.

Contentos de poco a poco todo mejorara.

Sin saber lo que en realidad estaba pasando por la mente de Stiles.

N.A: Que sepáis que no os merecéis nuevo capítulo, pero como necesito si o si continuar esta historia, aquí tenéis nuevo capítulo, eso sí, corto y sin tener la parte de la violación de Stiles.

¿Qué opinión tenéis de Adrianna?

¿Qué opináis de Stiles?