Eslovia era un país que se regía por una monarquía absoluta desde el rey tercero. Cuando el rey actual muere. La reina Malai su esposa, se convierte en la nueva gobernante de la nación desde muy joven. El país contaba con un gran continente y su capital principal era Islogia. Su emblema nacional era una peculiar flor llamada wittrockiana (viola) debido a que era la única planta que resistía el frio y el calor en el país. Y en los jardines del palacio eran la que más se cultivaba. El país tenía grandes riquezas naturales como la minería, petróleo y piedras preciosas. Sus cursos de agua abundante para la pesca, el deporten, la educación y la salud. Sus monumentos históricos eran infinitos. Junto a la diversa gastronomía de país
Su recreación turística era abundante. Contaba con mucha tecnología, y sus habitantes respetaban y apoyan a su reina incondicionalmente por saber liderar a su pueblo por más de quince años con gran sabiduría, era una figura venerada en todo su continente por la población. Eslovia tenía dos príncipes tan hermosos como las estrellas del universo. Respetados y admirados por su abnegada colaboración y compromiso por su país. No había ninguna mujer en el país. Que no quisiera llamar la atención del príncipe heredero perdpiriyawong. Ya que su hermano menor estaba felizmente casado con un noble.
Por lo general el clima en Islogia era frio en los meses de marzo, y todos en el palacio debían estar bien abrigados para no contraer un resfriado. El príncipe nat camino por el gran pasillo hasta la habitación de su hermano, saludando a una de las doncellas que paso a su lado. Entro a la habitación con una sonrisa de oreja a oreja. El príncipe chawarin estaba concentrado leyendo un libro y no se dio dé cuenta de su presencia. Nat se abalanzó hacia su cuerpo atrapándolo en un abrazo, luchando un poco con diversión en la cama, era una manera de molestarse cuando nadie los veía. Chawarin lo empujó con fuerza hacia un lado con una sonrisa.
— ¿A caso te volviste loco? — pregunto divertido con un vocabulario informal y nada propio de él.
Nat sonrió con una morisqueta. Quitándole el libro de las manos y lo lanzo al piso.
—Podrías dejar por unas cuantas horas de comportarte como un príncipe perfecto, incluso en tu propia habitación Nhu.
Nat era la única persona que lo llamaba con ese apelativo cariñoso
—No tengo otra cosa que hacer en mi tiempo libre— Explico con naturalidad sin ofenderse, bajando de la cama para recoger el libro. — No tengo a un marido que calienta mi cama como tú querido hermano, o vivo en una residencia apartada de Islogia para tener más privacidad de los ojos curiosos.
Nat emitió una carcajada ante el comentario mordaz de su hermano. Max apenas y lo dejaba salir de la cama, vivía en una residencia con pocos empleados y eran muy felices. No podía quejarse de haber puesto los ojos en uno de los hermanos Panich.
—A caso tienes celos de tu hermano mayor — ataco a modo de broma sin poder detener su sonrisa. —Max es excelente en la cama y me complace en todo, no me puedo quejar.
La mirada del príncipe se oscureció y su rostro se puso serio. Porque en el fondo si envidiaba a su hermano. Estaba casado con el hombre que amaba y era feliz. Muy diferente a su situación, amaba a un hombre que era más frío que un témpano de hielo y que le había dejado muy en claro que no le interesaba como hombre.
—Que bien por ti — contesto con nostalgia en su voz, —por lo menos a ti si te aman y no te rechazan cada vez que tiene una oportunidad.
Nat miro a su hermano con tristeza y le acaricio la espalda para darle ánimos. Nhu estaba enamorado del duque Pruk desde la primera vez que lo vio en su cumpleaños número diecinueve hace cinco años. Pero este le dejo muy en claro que nunca lo miraría con otros ojos y lo rechazo, rompiéndole el corazón a su hermano mayor.
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El Principe Y El Duque
FanfictionEl principe Chawarin y el duque Panich les tocaba coincidir como familia, Debido a que sus hermanos menores estaban casados. Su relación no era buena del todo, por el simple hecho que el principe heredero no perdia oportunidad cada vez que podía de...