Capítulo 10-Feliz cumpleaños.

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POV Carl:

En mi móvil sonó una alarma, haciendo que me despertara. Me reincorporé en la cama y miré la hora, eran las 7 y media.

Me levanté de mi cama y fui al armario, sacando mi traje de jueza y poniéndomelo. Fui al baño y me lavé la cara y los dientes. Preparé todo, me llevé una bolsa con mi traje de policía para ir como siempre directamente a la comisaría y por supuesto, las pastillas.

Ya teniendo todo preparado, le eché de comer a mi gato, lo acaricié un poco y me fui de casa, camino a mi trabajo.

Al llegar, me senté en mi silla de siempre, en donde se celebraran los juicios. No sabía si hoy tenía uno, pero lo que sí sabía que era que tenía demasiado papeleo. Me rescosté en la silla y suspiré, mirando todo el montón de papeles que tenía, y todo esto en mi cumpleaños... Puse mi mano en mi rostro y la fui bajando poco a poco e signo de cansancio. Me reincorporé en la silla y cogí el bolígrafo, leyendo todos los documentos.

Habían un montón de denuncias y de permisos que me habían puesto ahí los abogados. Que aunque yo fuera jueza y trabajara demasiado con ellos, sabía a la perfección por qué siempre los policías se iban corriendo cuando iba uno a comisaría, son demasiado pesados y molestos.

Y hablando de los Reyes de Roma.

-¡Su Señoría Gray!-escuché una voz, proveniente de abajo mía. Miré hacia abajo y vi a Lawrence abajo con una vestimenta un poco extraña ante mi vista y una carpeta llena de papeles y documentos.

-¿Qué le trae por aquí?-pregunté, analizando su vestimenta.

-Hay varios policías armando jaleo por plaza cubos. Y necesito su permiso para ir y poner orden.

-Vamos a ver. Primero, de eso se encarga un alto mando o el superintendente, infórmale a él y que él mismo vaya. Segundo, ¿por qué vas con unos pantalones de pijama?

-Son pantalones a cuadros, Su Señoría Gray.

-Hmm. ¿Pero ha entendido el primer punto?

-Sí, Su Señoría.

-Bien, aunque a esta hora no creo que esté el superintendente, espérese a por la tarde-noche.

-Entendido.

Dicho esto, Connor salió del Tribunal, dejándome ahí de nuevo con el papeleo.

-Al menos no vino a traerme más documentos...-me dije a mí misma.

Empecé a rellenar todos los papeles, la mayoría eran denuncias tontas de la gente, había otras de las que la policía debía encargarse y unas pocas eran permisos para celebrar manifestaciones, aperturas de centros, bares, tiendas y todas esas cosas.

Separé todos los tipos de denuncias y permisos y ordené bien los que tenían que ir a la policía, para que cuando fuese por la tarde, entregárselos a Conway.

De repente vino otra vez Lawrence y me dejó otro montón de papeles en la mesa y se fue rápidamente. Choqué la palma de mi mano contra mi cara.

-Al menos explícame de qué mierda tratan los documentos...-susurré.

Me volví a reincorporar en la silla y empecé a leer todo de nuevo, era siempre todo casi lo mismo.

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Pasaron las horas y por fin eran las 17:40. Me levanté de la silla y acomodé por unos segundos mis manos en la espalda, esta silla era horrible, siempre me entraba dolor de espalda al sentarme ahí. Cogí los documentos que tenía que llevar a comisaría y los guardé en la carpeta. Caminé hacia la puerta del Tribunal y salí, despidiéndome de todos los abogados que estaban allí en aquel momento.

Bostecé y me estiré mientras caminaba, tenía todo el cuerpo adolorido, no había descansado nada, no había parado de trabajar en toda la mañana y ahora de vuelta a trabajar...

Para el colmo, todo esto en mi cumpleaños. Nunca había celebrado mi cumpleaños después de la muerte de mis padres. Ni siquiera mi otra familia lo celebraba, solo mi abuela, quien me compraba comida y me llevaba con ella a la iglesia. También me felicitaban algunas personas, pero nunca era una celebración, solo una llamada diciendo "Feliz cumpleaños", ya que todos estaban demasiado ocupados trabajando o haciendo algo, aunque hoy no me había llegado ninguna llamada, haciendo que me deprimiera un poco.

Estaba caminando mientras miraba al suelo, sin prestar atención a lo que había delante mía. Llegué a la puerta principal de comisaría y la abrí, miré hacia arriba y, para mi sorpresa, no me encontré una fila de gente para hacer denuncias o el lugar vacío.

Estaba toda la maya ahí, todos los policías.

Había una mesa con comida, una tarta de chocolate y bebidas, la mayoría sin alcohol. Había globos por muchas partes y me quedé quiera la ver y oír un sonido que tanto anhelaba.

-¡¡Feliz cumpleaños!!-gritaron todos a la vez.

Me quedé en silencio, no sabía cómo reaccionar.

Me acerqué y sonreí ampliamente.

-Muchas gracias a todos, de verdad-dije en un tono muy feliz.

-Eh' que ereh' la mejo', grei-mencionó Leonardo, alzándome una copa, la cual agarré.

-Sonreí-¿Habéis comprado y organizado todo esto vosotros?

-Bueno, nosotros hemos pagado una parte, pero en realidad la organización y la mayoría de dinero la puso Conwi.

Al escuchar las palabras de Isidoro giré mi vista por la sala, y lo encontré, apoyado en la puerta de su despacho, me estaba mirando, pero al cruzar miradas desvió la suya. Sonreí y solté una pequeña risa. No me hubiera esperado esto de Conway, tal vez sería una forma para que le perdone. Sea como sea, hablaré con él tan pronto acabe esto, ahora solo disfrutaré con los demás.

Me puse a tomar unas copas de cerveza sin alcohol, después de todo, después tendríamos que trabajar y no podíamos ir borrachos. Todos bailamos y los reímos. Hicimos un concurso de chistes, de canto, soplé la velas y nos comimos la tarta.

Me estaba divirtiendo demasiado junto a todos. Nunca había estado tan feliz en mucho tiempo. Hacía más de 30 años que no lo celebraba así, aunque realmente nunca lo celebré de esta forma. De pequeña solo lo celebraba junto a mi madre y Conway, y por supuesto nunca fue tan genial como esta, pero lo agradecía demasiado, a mi edad era increíble.

Estoy segura de que a mi yo de 7 años le hubiera gustado demasiado esto, pero ya no está.

Al terminar, les agradecí a todos y ellos me devolvieron el agradecimiento. Sonreí al ver como todos me tenían respeto y cariño, amaba eso, tratar bien a los agentes y bromear con ellos para que se la pasen mejor y así hagan mejor su trabajo.

Al irse todos, me giré, Conway seguía ahí, todavía no se había ido.

Me acerqué y me puse en frente suya, llamándole la atención.

-Te lo agradezco demasiado, Jack. Todo esto que has preparado.

-Algo te debía...-dijo un poco avergonzado, pero después volvió a su semblante serio.

-¿Por fin sabes qué decir?

-Te ayudaré a todo lo que sea para poder aliviar tus ataques. He querido celebrarte esta fiesta de cumpleaños porque sé que al recordar cosas buenas del pasado puede ayudar a aliviar esos malos momentos. Y más si son aún mejores que los Buenos recuerdos.

No pude evitar sonreír aún más, me dolían las mejillas, pero no podía parar de sonreír, de verdad estaba muy feliz, en seguida le di un abrazo al pelinegro, quien se quedó quieto un momento, pero después de unos segundos me correspondió el abrazo. El superintendente se separó de mí y me miró fijamente, acercándose un poco a mí lentamente, levantó su mano un poco para posarla en mi barbilla, pero paró al escuchar a Freddy entrando al despacho.

-Carraspeó-Cierto, Carl. Freddy y yo tenemos que comentarte una cosa bastante importante.

-¿De qué se trata?

-Es una misión, pituquiña.

-Eso me gusta-dije.

-Pues verás, trata...

Una alta autoridad//Spainrp2xlectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora