Si encuentran faltas, mil disculpas.
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Marzo 26, 2017
—Gracias, querida.
Me sonríe aceptando la taza de café que le ofrezco. Se la devuelvo de manera forzada.
Anoche llegó cómo si alguien la hubiera invitado, y se instaló a sus anchas en una de las habitaciones de abajo. Sonia terminó devorandose la cena que ni Dominik ni yo tocamos. Él fue a encerrarse en su habitación y no volvió a salir, y yo perdí el apetito en el momento en el que la oí. No la conozco, pero tiene un no sé qué, que me provoca ñañaras. Podía haberla dejado afuera y fingir que no había nadie, pero mi alma benevolente no podía dejarla en el frío.
—¿Y Dom?
—No se encuentra bien —respondo, sonando más cortante de lo que pretendía.
—Iré a verlo.
Segundos son los que pasan cuando estiro el brazo para aferrar mi mano al suyo, impidiendo que se levante completamente de su lugar.
—No es necesario, bajará cuando se sienta mejor.
Sonreí amable para que no parezca un ataque. Mira mi mano un segundo y después me mira sonriendo de lado.
—Tal vez necesita que lo atiendan, cielo. Será tu tío, pero yo lo conozco más…a fondo.
Elevo una ceja, soltandola. ¿A qué se refiere con “más a fondo”?
—¿De qué se conocen? —pregunto casual volviendo a mi café.
«Sonia es hermana de mi esposa» Recuerdo.
—Quiero conocer más sobre mi nueva familia, y bueno, como has dicho que lo conoces bien —menciono con interés.
Vuelve a acomodarse en su sitio.
—Nos conocemos de la universidad. Riley, Dominik y yo, éramos buenos amigos —habló después de unos segundos, suspirando con nostalgia girando la porcelana entre sus manos—. Hicimos muchas locuras juntos, siempre juntos. Hasta que Dom y mi hermana, Riley, se enamoraron y decidieron realizar su historia de amor, sin dejarme olvidada claro, pero Dom, Dom tenía más emoción sobre ella.
—¿Eso era malo para tí?
Sus cejas dejaron de fruncirse al oírme, y me sonrío al instante.
—Por supuesto que no, amaba verlos felices. El amor que se tenían los llevó al altar. Aún así, solíamos salir juntos al club, aunque no como en los viejos tiempos —reflexiona viéndose algo molesta.
—¿Qué pasó con ella? —pregunto después de darle un sorbo a mi café.
—Murió. Accidente de tránsito —sus ojos se humedecieron—. Después de eso, Dom simplemente me dejó. Él me culpa de ello, y no se como acercarme sin que huya o me vea con desprecio.
Sus ojos llorosos miraron los míos en busca de una solución que no estaba interesada en brindarle.
—Pero ¿por…?
—Vete ya, Sonia.
Pega un brinco, y yo también, ante la repentina aparición de Dominik en el umbral de la cocina.
—Cariño, ¿te sientes bien? Scarly dijo que no te encontrabas bien.
Rápidamente se puso de pie y se acercó a él, quién bruscamente tomó las manos que intentaron sujetar su rostro.
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© 𝐷𝐸𝑆𝐸𝑂𝑆 𝐼𝐿𝐼𝐶𝐼𝑇𝑂𝑆 [+21]
Ngẫu nhiênDominik Brückner oculta una oscura bestia posesiva bajo aquella hipnótica mirada. Buscando su presa de la noche, dió con ella. Scarlett Callen, una muchacha con aire gitano, cautivadora y libre. Una noche desencadenará una obsesión. Volverse a en...