Odio.

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Entre las habitaciones de aquellas instalaciones alienígenas se encontraba un joven lleno de esperanza y aspiraciones, un chico que la había perdido hace unos días, todos sabían que algo pasaba con él por lo tranquilo que estaba todo desde hace unos días pero de un día al otro todos esos problemas volvieron a aparecer.

"¡Mizi está viva!"

Pensaba aquel chico de pelo gris cuando cantaba para aquellos Aliens que tanto odiaba.

"Mizi está viva."

Pensaba aquel chico mientras se metía en problemas.

"Mizi está viva..."

Pensaba aquel chico mientras caía al suelo y era arrastrado hacia esa celda solo para ser encarcelado.

"Mizi está viva... se fuerte."

Pensaba aquel chico mientras perdía la conciencia, esa razón para seguir volvió y tenía que ser fuerte, tenía que ser el mejor y demostrárselo.

Al despertar estaba en su cuarto "¿cómo llegué aquí?" Se preguntaba, mientras todos sus sentidos empezaban a funcionar solo pudo pensar en una persona.

-Iván...

Dijo su nombre en voz baja, estaba tan confundido y avergonzado cada que recordaba su existencia pero no podía haber otra respuesta que contestara su pregunta. Estaba confundido por que de un día al otro se habían vuelto cercanos de nuevo o algo parecido y estaba avergonzado por la vez que perdió el control de sus emociones y se abalanzó sobre el.

"¡Maldita sea!"

Pensó mientras daba unas pequeñas patadas como un niño pequeño, odiaba que lo vieran así de sensible, se prometió a sí mismo que nunca más lo volverían a ver llorar, que nunca más sería débil a los ojos de alguien más pero esa promesa no duraba mucho gracias a Iván, el siempre lo encontraba en situaciones donde lo habían ver débil y un perdedor.

Se levantó y empezó a caminar por su habitación, estaba ansioso, por muchas cosas, estaba ansioso de saber de Mizi, de cómo estaba, de cómo se veía ahora, siempre le había gustado su cabello largo pero estaba seguro que se vería igual de hermosa con el pelo corto, pensaba en aquellos ojos que alguna vez lo miraron fijamente, tal vez no fue un momento íntimo y solo fue por qué Mizi se dio cuenta de que Till la estaba viendo pero para Till eso era más que suficiente.

Aquellos ansias se volvían cada vez más fuertes, ya no era un deseo, no deseaba verla, necesitaba verla, necesitaba ver aquella mirada brillosa como la luz al final del túnel, esa luz que daba esperanza y felicidad.

También estaba ansioso por Iván, aquella mirada profunda que lo miraba fijamente y lo ponía de los nervios, no quería volver a encontrársela, no quería volver a reflejarse en aquella mirada que le recordaba la realidad, no quería volver a escuchar esa voz que alguna vez bromeó llamándolo su dios y su universo, de tan solo pensar en ser algo así de grande para alguien como Iván, alguien perfecto que no necesitaba de nadie lo invadían muchas emociones, algunas eran de felicidad.

"¿de verdad soy algo así para alguien como él?"

Las otras emociones eran algo confusas, un miedo de cargar con alguna responsabilidad así y no ser suficiente, una confusión "¿por qué significó tanto para el?" Y muchas más que lo hacían querer vomitar por los nervios.

Pensaba mientras daba vueltas por su habitación, cada vez iba más rápido como si quisiera escapar de sus problemas.

-No esperaba verte así, ¿Por qué estás tan animado?

Esa voz que tanto odiaba y le daba escalofríos sonó detrás de él, volteó y se encontró con aquellos ojos negros, se vio en ellos.

"Soy un idiota"

Salvando un corazón roto (ivantill fan fic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora