Diarios de Shadow (Sonadow/Shadonic)

Capítulo 20: Charla en el Spa

Fecha: 27 de Marzo del 2009.

Narra Shadow:

Aquí estoy, en medio de un masaje que me está haciendo sentir como nuevo. Pero, ¿qué puedo decir? Mis músculos lo necesitaban después de tantos días de tensión y peleas interminables.

Mientras las manos expertas trabajan en mis músculos, mi mente no puede evitar divagar hacia Rouge y su vida amorosa. No es algo que me interese particularmente, pero siempre es bueno saber cómo le va a mi amiga.

Espero que le esté yendo bien, de lo contrario ese equidna lo pagará caro.

"Muy bien, Rouge, háblame. ¿Cómo van las cosas con tu novio?", pregunto mientras me acomodo en la camilla del spa.

Rouge responde con una sonrisa que ilumina toda la habitación: "¡Corrección, cariño! ¡Prometido!" y levanta su mano para mostrarme su sortija, con una enorme esmeralda deslumbrante en el centro.

Asiento con una mezcla de sorpresa y simpatía. Knuckles y Rouge han estado juntos durante tanto tiempo, ocho largos años, ya era hora de que formalizaran las cosas si así ambos deseaban.

"¿En serio? ¡Felicidades, Rouge!", exclamo, tratando de sonar entusiasta. Por dentro, estoy un poco sorprendido. ¿Cómo fue que Knuckles organizó algo así? No es precisamente el tipo más romántico del mundo.

Rouge, sin duda, captando mi escepticismo, agrega con una risa juguetona: "Sí, parece mentira, ¿verdad? ¡Pero lo hizo! Fue una cena increíble". Para después contar cómo fue el gran evento.

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Narrador:

La noche de la pedida de mano de Knuckles a Rouge fue un evento que ninguno de los dos olvidaría jamás. Después de ocho años juntos, era el paso natural en su relación, pero eso no hacía que el momento fuera menos emocionante.

Knuckles, conocido por su carácter fuerte y decidido, se encontraba en un estado de nerviosismo que rara vez mostraba. Rouge notó su comportamiento inusual desde el momento en que llegaron a casa después de una cena romántica que Knuckles había preparado con esmero.

Con un ligero temblor en las manos, Knuckles sacó una pequeña caja del bolsillo y, con la voz un poco entrecortada, comenzó su discurso: "Rouge, tú y yo hemos pasado por tanto juntos en estos ocho años. Has sido mi apoyo, mi amiga, mi confidente. No puedo imaginar mi vida sin ti."

Rouge, con los ojos brillando de emoción, apenas podía contener su alegría al ver a Knuckles tan vulnerable y sincero. "Knuckles, ¿qué estás haciendo?" preguntó con una sonrisa juguetona, aunque sus ojos delataban la emoción que sentía.

Con un suspiro de determinación, Knuckles continuó: "Rouge, quiero pasar el resto de mi vida contigo. Eres la persona que siempre quise a mi lado, en los buenos y en los malos momentos. ¿Te casarías conmigo?"

Rouge, con lágrimas en los ojos y una sonrisa que iluminaba la habitación, apenas pudo contener la emoción mientras asentía vigorosamente. "¡Sí, por supuesto que sí!" exclamó, corriendo hacia Knuckles para abrazarlo con fuerza.

Knuckles, abrumado por la emoción del momento, apenas notó que sus piernas se debilitaban bajo la presión de los nervios. Rouge, entre risas y lágrimas de felicidad, lo levantó en sus brazos con facilidad y lo llevó a su dormitorio. "Qué suerte que comencé a entrenar contigo, mi amor, o te habrías quedado tumbado en el suelo", dijo Rouge mientras besaba la frente del equidna.

"Ni que lo digas, mi vida", respondió Knuckles con una leve sonrisa.

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Narra Shadow:

Tal vez debería considerar tomar unas lecciones de romance con Knuckles. Aunque, por supuesto, tendría que ser en secreto. No puedo dejar que nadie sospeche que estoy interesado en aprender ese tipo de cosas.

En el fondo de mi mente, me preocupa Rouge. Aunque finjo indiferencia, ella es como una hermana para mí.

Espero que Knuckles la haga muy feliz o de lo contrario, lo voy a despellejar vivo.

Mis pensamientos son interrumpidos por la voz de Rouge, quien me llama de vuelta a la realidad con su característico ingenio.

"¡Tierra llamando a Shadow!", dijo Rouge con una sonrisa juguetona.

"Lo siento, me distraje", respondo con un ligero rubor en las mejillas. "No te preocupes, cariño", dice Rouge con una suave risa. "Por cierto, lo siento si te incomoda la pregunta, pero ¿hay alguien que haya llamado tu atención últimamente?"

La pregunta parece simple, pero las palabras de Rouge hacen eco en mi mente, y de repente, un erizo azul se materializa en mis pensamientos. No puede ser, ¿verdad?

Sonic... ¿me atrae?

Saco ese pensamiento de mi mente rápidamente, pero Rouge ya ha percibido el cambio en mi actitud y decide jugar un poco conmigo.

"Entonces, ¿sí hay alguien que te interesa?" pregunta Rouge con una mirada traviesa. "¿Cómo es? ¿Le conozco?"

Intento mantener mi expresión imperturbable, pero Rouge siempre sabe cómo quebrar mi poker face.

"Puede que sí haya alguien", digo finalmente, tragándome mi orgullo mientras admito ante Rouge la posibilidad de que haya alguien que ha llamado mi atención.

Pero justo cuando estamos sumidos en esa conversación tan personal, caemos en cuenta de la locura que acabamos de cometer.

¡Estamos en un spa, revelando detalles personales, y siendo dos figuras públicas importantes!

Seguro la prensa ya está armando titulares sobre la próxima boda de Rouge the Bat y Knuckles the Echidna, y quién sabe si alguien escuchó lo que acabo de decir.

"Mierda, ¡tenemos que salir de aquí, Rouge!", digo en un susurro urgente.

"¡Obvio, cariño!" responde Rouge, igual de preocupada.

Nos levantamos rápidamente de las camillas, pagamos con prisa y, con un rápido movimiento, cargo a Rouge como un saco de arroz para salir de allí a toda velocidad.

"¡Ten más cuidado! Soy una flor delicada, erizo", grita Rouge mientras nos apresuramos por las calles.

"Ni tú te lo crees", respondo.

Una vez en el portal de la casa de Rouge, la adrenalina aún palpita en nuestras venas.

Por Chaos, ¿qué locura acabamos de hacer?. Pienso para mí mismo mientras buscamos refugio lejos de las miradas indiscretas.