12.

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Respira Emma, respira. Mierda.

Trataba de tranquilizarme antes de entrar a mi casa, veía como las camionetas negras que estaban en la entrada de mi casa.

Entre rápido a la casa. Irene tenía la cara totalmente confundida y un poco asustada, iba a hablar, pero antes alguien intervino.

_ Hasta que por fin llegas, te he esperado más de dos horas._ se me erizo la piel de escuchar nuevamente esa voz.

_ ¿Qué haces aquí?._ fue lo primero que salió, no me avía girado, para ver su rostro, pero sabía que estaba fumando mi casa olía a cigarrillo.

_ voltéate y mírame, dame la cara Emma. _ no lo quería hacer, ya sentía el nudo en mi garganta. Respiré profundamente, simule estar completamente calmada y me voltee para verlo, para ver sus ojos su cara y todos los horribles recuerdo que me traía verlo.
Su cara dio una gran sonrisa falsa.

Me movía para dejar las flores y el bolso que traía, mira muy atento a mis movimientos. Tres hombres estaban en la entrada y dos en la puerta del jardín.

_ ¿Qué haces aquí?._ volví a preguntar quería saber qué mierdas asía en mi casa.

_ Quería ver a mi hija. ¿No puedo?._ daba una calada a su cigarrillo, y me miraba con atención.

_ No. No puedes y quiero que te vayas ya._ mi voz fue fuerte y fría. Necesito que se vaya necesito que me deje en paz.

_ ¿Por qué? Tengo todo el derecho de verte._ se acercaba a mí y me miraba con firmeza, sus ojos grises me miraban fríamente, como lo hacía yo.

_ Tú ya no tienes derechos en mí, y por eso quiero que te vayas._ su mandíbula se apretó y se acercaba mucho más asta quedar muy cerca de mí.

Quería salir corriendo, quería llorar, gritar y decirle todo el oído que estoy sintiendo por él, quiero decirle una y mil beses que es el más horrible recuerdo que tengo.

Que llegar a casa se convirtió, en el dolor más horrible que tenía. Mirar cada rincón, de la casa tenía un pequeño recuerdo de dolor, sus gritos aún se podían escuchar, en toda la casa, cerrar los ojos era doloroso, venían e cenas a mi cabeza donde cada vez eran más dolorosas. Quería gritarle y decirle que sus golpes ya no me dolían ya no me lastimaban, que lo que en realidad me dolía y quemaba era lo que sentía por dentro cada vez que recordaba, el dolor que sentía cuando estaba al lado de él.

_ No, Emma, no me voy, vine porque quería verte._ se acercó y tocó mi mejilla suavemente.
_ ¡No me toques!._ separé rápidamente su mano de mi mejilla._ En tu puta vida me vuelves a tocar._ parecía bastante sorprendido, me miró como si me desconociera, pero yo ya no soy la misma persona de hace tres años.
Jaja
_ vine por qué te quería ver, quería saber cómo estás, ¡Por qué hace tres años no sé dé ti!_ su grito hizo que recordara lo mierda que fue mi vida desde niña._ Por qué hace tres años no me contestas las llamadas, ni mensajes. Te necesitaba ver Emma._ volví y le daba una calada a su cigarrillo. Que le pasa, si es que nunca le importe, si es que toda mi vida me recalcó una y mil beses que no era su hija.

_ ¿Y qué mierda quieres ver? Nunca te interese, solo te interesaba decirme en la cara, que no soy tu hija, y sabes algo ¡ya me lo creo! No puedo ser hija de una persona como tú._ con la última frase lo miraba de arriba abajo diciéndole el asco que me daba.

Por lo visto mi mirada no le agrado, tenía los puños cerrados y los nudillos blancos de la fuerza que ejercía.

_ ¡No me grites, soy tu padre y merezco respeto, entiendes!_ se alejaba de mí, bufando, mirándome como si lo que tuviera enfrente ya no fuera, la persona que conocía. Botaba el cigarrillo en el .

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⏰ Última actualización: Apr 14, 2024 ⏰

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