Cap.2

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Abrí lentamente mis pesados párpados, anunciando un nuevo día; bostece incorporarme mirando a mi hermana durmiendo -se veía tan linda- pensó.

Y con ese pensamiento me levanté para dirigirme al baño para ducharme y arreglarme un poco; luego de 20 minutos en la ducha salgo ya vestido y observo a mi hermana que recién despertaba.

-TaeTae~

-Buenos días hermosa-dije dándole un beso en su pequeña frente- ¿Cómo amaneciste?.

-Bien, ¿como estás? Te noto cansado-preguntó preocupada.

-Estoy bien Jen, lo mismo de siempre- dijo para calmarla.

-No me gusta este lugar TaeTae.

-A mi tampoco cariño, pero no sé que puedo hacer para sacarnos de este lugar; lo siento yo también quiero irme de aquí.

-No soporto tener que estar aquí sola mientras que tú estas allá afuera con esas personas malas; no quiero que te pase lo mismo que a Sana.

Suspiró.

Sana era una de las prostitutas del burdel, pero un día un degenerado abusó de ella, la pobre había quedado inreconocible. Con su cara llena de hematomas y cortadas en su cuerpo, Jennie había encontrado a Sana en unas de las tantas habitaciones del lugar tirada en la cama desnuda llena de sangre simplemente una escena traumática para una niña de tan solo 13 años.

Jennie sabía a lo que se dedicaba su madre; ella misma se lo había dicho.

Y su hermanita le hizo jurar que jamás hiciera lo que su madre hacía, y obviamente lo hice, se lo jure y hasta ahora he cumplido mi juramento.

-Eso jamás pasará pequeña, no pienses en eso...¿Porque mejor no te duchas para que desayunemos juntos?-preguntó intentando animarla.

-Okey.

Y con esa simple respuesta se fue a prepararse.

Se levantó abriendo la puerta, salió de su habitación para dirigirse a la cocina, el edificio en dónde se encontraba el burdel era enorme, abajo era en dónde ocurría todo y arriba era en dónde estaban las habitaciones de todas esas rameras con las que vivía; las odiaba lo insultaban a el y a su hemana solo por el echo de exitir.

Llegó a la cocina y se encontró con Nayeon una de las hijas de una de las prostitutas. Ella al igual que su madre trabajaba de igual manera vendiendo su cuerpo; pero en diferencia de su madre a ella la obligaban.

-Hola Tae- saludo la castaña.

-Hola Nayeon ¿Cómo estás?- preguntó mientras preparaba el desayuno.

-Como siempre miserable- dijo soltando una pequeña risa sin gracia.

-Compartimos el mismo sentimiento.

-Si pero tan siquiera a ti no te obligan a prostituirte, es asqueroso.

-Es lo único que ha hecho nuestra madre por nosotros; porque la Señorita Seulgi quería que empezará a trabajar pero mi madre interfirió y en cambio trabajo como mesero, y mi hermana la encierro en la habitación para que no le ocurra nada.

-Esto es horrible Tae.

-Si lo se- le respondí triste.

En eso se escucha unos pasos adentrándose a la habitación, mostrando una mujer de cabello azabache largo hasta su caderas, con un vestido rojo; Seulgi.

-Oye tú- dijo señalandome- ¿En dónde está tu pequeña escoria?-preguntó refiriéndose a Jennie.

-¿Para que la necesita, señorita?- pregunto un poco nervioso por lo que valla a responder.

Pretty Boy (Kookv)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora