Jamás pensé que en el infierno en dónde estaba, encontraría al ángel que me rescataría.
En dónde Taehyung se ofreció a subastarse tomando el lugar de su hermanita menor en un burdel de clase alta.
Y en dónde Jungkook es un empresario millonario, que...
Ya habían pasado mas de dos semanas desde que Jungkook y yo le habíamos dado la noticia a Jennie.
Y había empezado la escuela hace una semana y estaba muy feliz por ella, Jungkook también me había preguntado si queria empezar a estudiar pero yo me negué rotundamente. No quería estudiar, quería trabajar para no depender todo el tiempo de Jungkook. Muy dentro de mí, me sentía un aprovechando.
Dejando esos pensamientos de lado, observo a mi alrededor y suelto un suspiro, estaba solo y aburrido. Jennie estaba para la escuela, Somi lleva días saliendo temprano y no llega hasta la tarde, y Jungkook estaba trabajando. Quería ver a Jungkook, lo extrañaba tanto. ¿Y si lo voy a visitar a la empresa? ¿No le molestará? No creo.... Si, si iré.
Y sin mas tomo mi teléfono y mi bolso y salgo de la casa. Iría caminando ya que la empresa no quedaba tan lejos, ya conocía el camino porque anteriormente ya la había visitado con Somi. Camino durante unos 20 y llego al gran edificio de Jungkook.
Me adentro y me encuentro con la recepcionista, la cual me sonríe amablemente. Ella ya la había conocido en la última visita a la empresa, era todo un amor de persona.
—Señor Kim, es un gusto verlo de nuevo por aquí ¿Viene a ver al Señor Jeon?
—Si, ¿puedo pasar?
—Por supuesto, ¿Quiere que lo acompañe?
—¡No! No sé preocupe, yo sé en dónde queda su oficina, se lo agradezco mucho—dije haciendo una mini reverencia. Para luego dirigirme a la oficina de Jungkook.
Iba caminando por los pasillos, hasta que veo a lo lejos la oficina de Jungkook, aceleró el paso emocionado de verlo, pero cuando iba a tocar la puerta una voz lo detuvo.
—¿Quien eres tu?—volteo y veo a una chica de más o menos unos 20 años pelinegra, muy hermosa. A ella no la había visto el día que vino con Somi.
—Ahh, vengo a ver a Jungkook—dije viendo como se acercaba para luego empujarme lejos de la puerta.
—¿Un doncel viniendo a ver a mi Jungkook? Eso no me da buena espina.
¿Su Jungkook? ¿De que mierda estaba hablando?
—¿Tu Jungkook?—pregunté levantando mis cejas. Levemente enojado por la actitud de la chica.
—¡Oh! Que grosera soy déjame presentarme, soy Irene la novia de Jungkook.
Cuando esas palabras salieron de la boca de Irene, sentía como mi mundo se caía abajo. No eso no podía ser cierto, a Jungkook no le gustaban las mujeres el me lo había dicho ¿Acaso mintió? No Jungkook no mentia.
—Eso no es cierto—dije con la voz firme. No iba a dejar que sus mentiras lo afectarán.
—Pues fíjate que si lo es, ¡Yo soy la novia de Jungkook! Así que si vienes de zorra para acá es mejor que te largues de aquí—dijo levantando un poco la voz, haciendo que los que estaban a nuestro alrededor voltearan a vernos.
—¿Que mierda acabas de decir?—dijo una voz a mi espalda que conocía muy bien, volteo y veo a Jungkook acercarse con una expresion enojada en su rostro— Vamos Irene, quiero escuchar lo que acabas de decir—dijo viendo a la chica con enojo. Mientras yo miraba todo en silencio.
—Jungkook...
—Tu no eres, y nunca serás mi novia, no me gustan las mujeres y muchos menos como tú—dijo haciendo que la pelinegra abriera su boca ofendida—Y no quiero que te vuelvas a referir de esa manera a mi novio porque te juro Irene que no lo soportaré—exaltó Jungkook—Quiero que te disculpes con el.
—¡Que!
—De rodillas—demandó—Y si no lo haces me encargaré de que no encuentres trabajo en tu vida, porque ahora estás despedida—dijo haciendo que Irene le viera horrorizada—Ahora de rodillas.
Irene tenía una expresión de vergüenza plasmada en su rostro ya que mucha gente la estaba observando, se iba a humillar al hacer eso. Pero no me importaba en lo más mínimo, porque ella también me había humillado y ofendido.
La chica cayó sobre sus rodillas y hablo—Siento mucho haberlo ofendido señor, mis sinceras disculpas.
—Esta bien—fue lo único que dije.
—Como ya escuchaste estás despedida, toma tus cosas y lárgate de aquí. No te quiero ver nunca en mi vida.
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Cuando entramos en la oficina de Jungkook, el se veía sumamente enojado.
—Koo mi amor tranquilízate—dije llendo a abrazarlo, para que se calmara.
—Dios bonito, lamento todo lo que esa perra te dijo. Sabes que no es cierto—dije dándome un beso en mi cabeza.
—Lo sé mi vida, así que cálmate—dije disfrutando de la sensación tan hermosa que era estar entre los brazos de Jungkook.
—Ven mi amor —dijo para dirirnos a la silla atrás de su escritorio sentándose el, para luego jalarme haciendo que me sentara en su regazo. Abrazándome de la cintura.—Amo estar así contigo osito.
—A mi también Koo—dije para luego ser besado adorablemente por el azabache.
—Te quiero bonito, te adoro.
—Yo también te adoro mi amor.
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