V| Igualdad

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(N/A): Ubicado fuera de la línea del anime.
Advertencia: Ningúna.

Perspectiva de Adeline

𝕳an pasado un par de semanas desde que nos metimos en los terrenos Baskerville a rescatar a los niños.

Mis heridas mejoraron mucho estos últimos días, que además, he pasado ayudando a Fred en el invernadero cuidando las plantas.

Albert no ha vuelto, al parecer su trabajo lo mantiene ocupado. Y en cambio, Moran se fue por un encargo que el ojiverde le dió.

Gracias a Dios, se fue Moran.

Aunque, debo admitir que ahora no es tan divertido sin alguien a quien molestar.

Estoy regando unas hortensias hasta que veo entrar al pelinegro de nuevo al área.

— Señorita Adeline, el señor Louis nos llama. Dice que ya está listo el desayuno — Avisó asomando nada más su cabeza.

Suelto la regadera — ¡Oh! Muchas gracias por avisarme, señor Fred. Vayamos.

Me voy junto al más bajo al comedor.

Ahora solo quedamos Louis, William, Fred, Herder abajo y yo en la casa. Siento que le hace falta vida.

— Siéntense, es hora de desayunar — Nos dice Louis.

El desayuno pasó tranquilo, al parecer aún no hay encargos para nadie. Por eso hablamos sobre cosas triviales durante el transcurso.

Comimos pastel de pescado, el favorito de William que a mi parecer fue raro pero puse buena cara para no ser descortés.

Me limpio la boca con la servilleta antes de levantarme — Debería seguir ayudando al señor Fred.

William me detiene agarrando mi brazo.

— Espere, necesito que usted se cambie de ropa.

Arqueo mi ceja, ¿Por qué? ¿Para que?

— ¿Puedo saber para que?

— Salgamos al mercado — Dice como si nada.

¡¿Salir al mercado?! ¿Acaso se le olvidó quien soy yo? Un fantasma que debería seguir siendo eso, un fantasma.

— Ah, ya entiendo, como Sand — Murmuré, era lo más lógico.

El rubio sacude su cabeza — No, vista normal.

Parpadeo sorprendida. ¿Cómo iré al mercado sin que nadie me reconozca?

— ¿Disfra-

— No, como Adeline.

Demonios.

Le doy una mirada a Louis preguntando con los ojos si no era una broma pero el de lentes solo se aclara la garganta y se da la vuelta diciendo: "¡Cierto! Tengo que lavar los platos".

Miro a Fred buscando ayuda y este también se da la vuelta yéndose.

¡¿Que?! ¡Son unos traidores! ¡Fred, yo no te abandoné ese día!

Letra Escarlata | William J Moriarty X Fem Reader Donde viven las historias. Descúbrelo ahora