En las calles oscuras de Londres, por allá por el siglo XIV, se paseaba una figura masculina de delicados rasgos con un cigarrillo en la mano, era lo que decían los rumores. Cuando el trabajo de mensajero de Fred Porlock buscando personas en busca d...
(N/A): Lo primero será para ponerlos en contexto de la amistad de Irene y Adeline. Algo corto.
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Perspectiva de Adeline.
"Irene Adler ha robado unos documentos confidenciales de la realeza. Es nuestro deber recuperarlos".
Irene... ¿Que haz hecho?
Eso es lo único que puedo pensar. De todas las personas, nunca imaginé que Irene podría hacer algo como eso.
Parece tan irreal.
Flashback
— ¿Que es esto? No porque seas hija del escritor Dupin puedes entregarme esto pretendiendo que lo aceptaré en mi obra.
Fue la primera vez que rechazaron un libreto mío.
No es que fuera malo, es que el director era un mediocre.
Su comprensión lectora le quedaba chica a mi historia.
— Creo que lo ha leído mal. ¿Podría revisarlo de nuevo?
Por supuesto, como era de esperarse, Robert me tenía vigilada y sabía que si no conseguía que me contrataran iba a tener que regresar a mi oscuro hueco llamada casa.
"¡Ya te dije que no!"
Junto a mi trozo de papel, mis esperanzas de cumplir mi sueño se fueron por el drenaje.
Aunque quedé atrapada bajo una tormenta en medio de las desoladas calles, no me moví.
"Una persona que vive sin aspiraciones, no está viva".
Eso lo decía mi padre.
Tenía razón, pero si tampoco puedo cumplir mis aspiraciones prefiero morir.
Todo a volver a mi lugar oscuro sola.
Sentada bajo la lluvia mientras esperaba que con el agua, mi decepción fuese lavada, la encontré... O al menos ella me encontró a mi.
— ¿Está usted perdida, mademoiselle?
Con su paraguas azul me protegió de la lluvia, fue como un ángel caído del cielo.
Un ángel que me devolvió la esperanza.
— No se preocupe, madame. Debería seguir su camino — Contesté desanimada.