Preparaciones del gran torneo de la linterna

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Liyue, la gran nación de los contratos, tiene como una de sus festividades principales, e incluso se podría decir con seguridad que la más importante después del Rito del Descenso, el Rito de la Linterna, el cual solo se celebra una vez al año.

En un restaurante se ve a un joven de cabello largo y rubio y a una joven de ropas negras y cabello castaño. Ya han pasado seis meses desde que ambos empezaron a trabajar juntos. Ahora los dos jóvenes están en su etapa inicial de la adolescencia, lo que en los niños normales trae cambios de humor, más actividad en el área sexual, entre otros.

Hu Tao: Creo que el Rito será una oportunidad perfecta para colocar unas cuantas tiendas pequeñas. ¿Tú qué piensas, Aether...? ¡Aether, préstame atención, idiota!

Aether miró un poco molesto a la chica. Hoy se levantó más intensa que de costumbre.

Aether: ¿Qué mosca te picó el culo hoy? Estás muy alterada. ¿Por qué no disfrutas de la comida? Ya pensé lo que haré, pero tú tendrás que encargarte sola.

Hu Tao: ¿Y a qué se debe esto? ¿Hay alguna información que te gustaría compartir?

Aether: Va a haber un gran torneo en este Rito. Vendrán los líderes de diferentes naciones. Vendrán la diosa de la sabiduría, de la eternidad, de la guerra y del amor. En pocas palabras, vendrán las personas más importantes. Al ganador le darán un gran premio, el problema es que no sé cuál es.

Hu Tao: Que yo sepa, la única cosa especial de este Rito es esta amiga tuya que cantará, Yun Jin.

Aether: Eso es porque esta información es secreta. Puede que este Rito de la Linterna sea mucho mejor que el Rito del Descenso.

Hu Tao: Si tú lo dices... ¿no crees que esta es la oportunidad perfecta para hacer unas cuantas bromas?

Aether: No te atrevas. Recuerda que todos los daños me los están cobrando a mí. Me quedaré sin capital si sigues así. Lo que sea, me voy a atender unos asuntos. Tú no hagas nada.

Hu Tao: Pero qué aguafiestas eres. Una o dos bromas inofensivas no son relevantes.

Hu Tao empezó a hacer pucheros mientras se quejaba al ver que no podría disfrutar de su comida. Aether desapareció con desplazamiento elemental, dejando a la joven sola con la comida. El destello volvió y apareció cerca de la montaña Ozang.

Caminando hacia la entrada de la residencia de la gruya, pudo ver a la mujer atendiendo uno de sus experimentos, no en forma de ave, sino de mujer.

Preservadora de Nubes: Aether, ¿qué te trae por aquí? Es extraño. O tal vez viniste por un consejo.

Aether: Agradezco tu ofrecimiento, Preservadora, pero vine por otros asuntos más específicos sobre el torneo.

Preservadora de Nubes: ¿Puedo saber de dónde obtuviste esta información? Son muy pocos los que la tienen.

Aether: Sí, pero no fue la gran idea decirle a Ganyu.

La mujer solo pudo golpearse la frente.

Preservadora de Nubes: Esa niña no puede mantener la boca cerrada... bueno, al menos fue solo a ti.

Aether: Vamos, no tiene nada de malo que ella me compartiera información, aunque me molesta que todos los adeptus supieran y nadie me lo contara. ¿Puedo saber el porqué?

Preservadora de Nubes: No malinterpretes. La razón por la que no se te ha informado es porque te has pasado estos últimos meses en tus cosas y no te tomaste el tiempo de asistir a las reuniones. Y lo más importante, ¿cuándo te someterás al ritual?

Aether miró a la Preservadora con desinterés. No tenía la intención de convertirse en un adeptus, no solo de nombre, sino de cuerpo y alma. Por ahora, permanecería como humano.

Aether ahora es de teyvat Donde viven las historias. Descúbrelo ahora