Caminando por las concurridas calles de Liyue, Aether destacaba por el simple hecho de que lo llamaban "adeptus". Nadie cuestionaba si era verdad o si era humano; los adultos y la mayoría de los ancianos lo trataban con un respeto absoluto, a pesar de su apariencia juvenil. Los más jóvenes, en cambio, ni siquiera le dirigían la palabra. En Liyue, siempre ha habido una gran variedad de creencias sobre los adeptus, algunas erróneas y otras más acertadas.
Ahora, este supuesto adeptus enfrentaba un problema. Hu Tao había tardado más de lo previsto, y ahora Aether se encontraba en las puertas de su casa.
Tocó suavemente la puerta, que fue respondida de inmediato con un fuerte portazo.
**Aether:** "Oye, no podemos hablar un momento. Es realmente grosero tratar a un amigo así."
Hu Tao no respondió, aunque Aether sabía que ella estaba detrás de la puerta. Sin otra opción, Aether utilizó una pequeña teletransportación para entrar en la casa.
Hu Tao: "¡Oye, no puedes entrar así a mi casa! Lárgate, no quiero ni tengo nada que hablar contigo."
Aether: "Este pequeño berrinche tuyo sí que te pegó fuerte, ¿no crees? Solo hablemos un momento."
Hu Tao: "Bien, ¿de qué vamos a hablar? Porque si es sobre el hecho de que no estuve asistiendo, puedes irte. Asistiré mañana."
Aether: "Es sobre otra cosa. Vamos, Hu, deja el berrinche un momento y escucha."
Hu Tao: "Está bien, habla. ¿De qué se trata?"
Aether se sentó en uno de los muebles, siendo acompañado por Hu Tao, cuya expresión de desinterés y molestia hizo que Aether comenzara a hablar más rápido.
Aether: "Lo primero es que los participantes del torneo y sus respectivos líderes llegarán a Liyue en tres días. Ya preparé las tiendas y las posiciones a vender."
Hu Tao: "Vaya, hasta que al fin recordaste que somos dos los que hacemos el trabajo."
Aether: "*Suspiro* Yo nunca lo olvidé, solo estaba ocupado."
Hu Tao: "Claro, ocupado teniendo citas con cada mujer a la que dices que ayudas. Espero que cuando quieras ayudar a un chico también no haya problemas."
Aether: "Puedes hacer lo que quieras mientras mantengas tu contrato. No hay problema."
Hu Tao: "Eres un idiota. Solo te importan tu estúpido contrato y tus propios intereses."
La leve mirada de desprecio hizo que Aether suspirara levemente. Realmente, este tipo de situaciones lo desesperaban un poco. Después de todo, una mujer molesta es inmensamente estresante.
Aether: "No es así. Lo que pasa es que estás demasiado sensible estos días, y no pienso darte la razón en cuanto al segundo asunto."
Hu Tao: "¿De qué se trata ahora? ¿Quieres hacer otro experimento? Te advierto que si vuelve a pasar lo de los slimes, te haré tragarlos."
La expresión de Aether se volvió inexpresiva; siempre sacaban ese tema, especialmente en estos días.
Aether: "Tiene que ver con eso. Me iré a Mondstadt. Tengo unos asuntos que atender allí."
Hu Tao: "¿Eh? ¿De qué se trata exactamente? ¿Por qué siempre resultan ser algo diferente?"
Aether: "Tengo que buscar un arma. Lo tenía que hacer hace tiempo, pero con el torneo cerca, la necesito."
Hu Tao se quedó pensando. ¿Qué relación podría tener esto con Mondstadt? Nunca había hablado de esas relaciones en absoluto. Llevada por la curiosidad, las palabras salieron de su boca sin pensarlo.
ESTÁS LEYENDO
Aether ahora es de teyvat
Fanfictionen el casi final de su viaje aether se enfrenta al primordial fanhes en la última lucha lo vence y alcanza volverse el ser más poderoso pero un extraño suceso pasa al aparecer miles de portales trayendo a seres de otros mundos y dimensiones que hará...