Aether ahora es de teyvat

El hombre y el dragón

Un grupo peculiar se encontraba sentado en uno de los restaurantes de Liyue.

Los tres discutían un tema en común sobre un problema reciente.

Hu Tao: Entonces, ustedes ya se conocían... Ahora que lo pienso, tiene bastante sentido.

Yanfei: ¿Quién diría que Aether se metería en un lío de este tipo?

Aether: ¡Yo no me metí en ningún lío, fue Guizhong quien lo hizo!

Aether suspiró mientras recostaba su cabeza en la mesa.

Aether: Fei, dime que tienes una posible solución a esto, porque realmente necesito una ahora.

Yanfei negó levemente, levantando su gran libro. Lo abrió y lo puso sobre la mesa.

Yanfei: Aether, lo que hizo Guizhong fue un contrato, y ya sabes cómo son las cosas en Liyue. Aunque, gracias a Hu Tao, pude conseguir una copia del contrato que firmaron y encontré algunos puntos grises.

Aether: Qué interesante... desarrolla.

Yanfei: En resumen, ahora compartes los derechos sobre la forja del Peñasco. Por lo tanto, ellos tendrían que pagarte una suma de dinero bastante decente si quieren recuperar esos derechos.

Aether: Me pregunto quién es más estúpido: ¿Guizhong por dejarse estafar, o los que inconscientemente dejaron que una mujer se aprovechara de ellos?

Hu Tao: Bueno, tal vez Guizhong no es tan estúpida y pensó en esto.

Aether: Ehmm... No lo creo, pero tengo algo en mente.

Aether se levantó, dejando la mesa, pero se detuvo cuando escuchó el grito de Yanfei.

Yanfei: ¡Aether! ¿Dónde está mi pago? ¿Cuándo piensas hacerlo?

Aether: No se le cobra a la familia, Fei. Eso trae mala suerte. - Aether desapareció, dejando a ambas mujeres en el lugar -

Yanfei: Ni siquiera pagó la cuenta... al menos pudo haber hecho eso.

Hu Tao: ¿Eres familia de Aether? No lo sabía. - Hu Tao miró a Yanfei, un poco sorprendida y con más respeto -

Yanfei: Bueno, no compartimos lazos de sangre, pero sí, soy su hermana mayor. - Yanfei alzó el pecho con orgullo, mientras una luz que provenía de su espalda hacía que la escena pareciera aún más absurda -

Hu Tao: Entonces, sabes mucho sobre Aether, ¿verdad?

Al escuchar la pregunta en ese tono de duda y voz tan apagada, Yanfei sonrió de manera pícara mientras se acercaba a Hu Tao.

Yanfei: Cuéntame, Hu Tao, ¿qué quieres saber sobre Aether? Soy todo oídos.

La cara de Hu Tao se iluminó rápidamente. Tomó la mano de Yanfei de manera enérgica, acercándola a ella.

Hu Tao: ¿Te parece si comemos mientras hablamos? Tengo mucho tiempo libre.

Hablaron mucho ese día, compartiendo todo tipo de ocurrencias y situaciones interesantes que habían vivido.

Mientras tanto, Aether reapareció en la Cámara de Jade. Su presencia fue pronto notada cuando una de las tres asistentes de Ningguang lo recibió.

Baiwen: Señor Aether, no esperábamos su visita. No recuerdo haber sido informada de que tenía una cita para hoy.

La asistente lucía desalineada; su cabello, que siempre estaba perfectamente presentable, estaba hecho un desastre, al igual que su maquillaje. Las ojeras en sus ojos eran notables, y con la cantidad de papeles que tenía en las manos, parecía que su trabajo no terminaría pronto.