Aether ahora es de teyvat

La danza del relámpago y la flor del homonculo

El sol comenzaba a descender, y su cálida luz dorada bañaba el coliseo, que estaba abarrotado de espectadores. Las emociones se intensificaban con cada pelea, y el clamor del público era ensordecedor mientras buscaban ver cada movimiento en la arena. Era un evento esperado, y la atención de los siete dioses parecía pesar sobre cada luchador.

En uno de los palcos, un grupo discutía acaloradamente sobre la pelea en curso.

Shenhe: ¡Keching puede ganar! Estoy segura de que realmente puede lograrlo.

Beidou: Además, como ustedes dicen, en medio de una pelea todo puede cambiar. Podría darle la vuelta a la situación en cualquier momento.

Xiao observaba la escena con una mirada apática, mientras que Aether suspiraba, algo exasperado por el entusiasmo de sus compañeros.

Xiao: Entonces, veamos qué sucede.

En la arena, el ambiente era tenso. No se veía movimiento alguno, y solo el estruendo del público rompía el silencio contenido entre los combatientes.

Keching, sin quitar la vista de Albedo, se preparó, empuñando su espada, que pronto comenzó a chispear con electricidad. Al frente, Albedo dio un paso adelante, tranquilo y sin expresión. Su mano derecha se deslizó hasta su propia arma, preparándose para el enfrentamiento. Ambos combatientes se encontraban en guardia.

Desde el palco, Aether observaba la situación con atención, rápidamente llegó a darse cuenta de algo, se llevó la mano a la cabeza y suspiró nuevamente.

Aether: Es una trampa… Albedo ha colocado minas bajo el suelo. Son casi indetectables, a menos que tengas una gran sensibilidad, y lamentablemente, Keching no tiene esa ventaja.

Beidou: Aether...

Abajo, el lento avance de Albedo continuaba sin cesar, sus pasos cautelosos e intencionados. Keching, en un intento de romper el ritmo, lanzó varios estiletes del relámpago en su dirección. Estos estallaron al contacto con el suelo, generando ondas de electricidad que se expandieron a su alrededor.

Albedo retrocedió rápidamente y, en respuesta, levantó una columna de picos de Geo que se dirigía hacia Keching. Ella reaccionó de inmediato, saltando para evitar los picos, pero, al aterrizar, una mina explotó bajo sus pies, haciéndola rodar hacia atrás mientras el polvo y el estruendo de la explosión llenaban el ambiente.

Xiao: Esa fue la primera… Tendrá que adaptarse rápidamente si quiere evitar las demás.

Keching, ahora en el suelo, mostró signos de dolor. Su pie sangraba levemente, y pequeñas esquirlas de Geo se habían incrustado en su tobillo, lo que hacía que cada paso causará una cantidad de dolor considerable.

Sin darle tiempo a recuperarse, Albedo se lanzó hacia ella, su espada brillando con un dorado intenso mientras cargaba con una intensión mortal.

Keching, decidida a contraatacar, clavó su espada en el suelo y lanzó otro estilete al cielo. Su espada se llenó de energía eléctrica, liberando una onda de relámpagos que recorrió la arena en todas direcciones. Albedo intentó esquivar, saltando hacia el aire, el estilete que Keching había lanzado estalló justo encima de él, liberando una descarga que lo hizo caer bruscamente contra el suelo, con la electricidad surcando su cuerpo.

La multitud de liyue estalló en aplausos y gritos de asombro  mientras ambos luchadores volvían a incorporarse, preparados para continuar el enfrentamiento.

Beidou: ¡Sí, eso es! ¡Vamos, Keqing, tú puedes!

Shenhe: ¡No te rindas!

Keching terminó de quitarse las esquirlas de Geo que lastimaban su pie. Se levantó rápidamente, sosteniendo su espada con ambas manos, decidida a no ceder terreno.