11. COSTA

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COSTA

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COSTA


Con la noche cayendo sobre la ciudad, me preparo para ir con los muchachos a Los Pozos, a petición de Max quien esta noche tiene una pelea. Antes le pregunte a Theo porque Max está tan entusiasmado con que lo vea luchar y su respuesta fue una breve explicación sobre la historia de los hermanos. Parte de las razones por las que conocen los pozos desde tan jóvenes ha sido la crianza que les ha dado la bruja de su tía. Los tres hermanos han pertenecido al mundo de Los Pozos desde jóvenes y han recorrido cada faceta del lugar.

Yuri es la encargada de recogerme ya que es la única que ha terminado con el trabajo. Al recibirme en su EVO, la veo fumar de su vape y textear con alguien llevando una sonrisa coqueta. Esta noche lleva tres trenzas de raíz en el lateral izquierdo mientras que el resto de su cabello está suelto y ondulado.

― Muérdeme, nena ― al darse cuenta que llevo una vestimenta diferente a lo que usualmente ellos me han visto llevar, bloquea el celular y me escanea de pie a cabeza ―. ¿De dónde has salido y qué has hecho con mi dulce Costa?

Suelto una carcajada, arreglándome un poco con la chaqueta de Roy.

― Quería ponerme algo diferente ― le dijo, encogiendo los hombros.

― Nena, algun dia debes permitirme hacer algunas trenzas en ese pelo tuyo, te verias hermosa ― me asegura, dándole una última calada al vape antes de arrancar rumbo a nuestro destino.

― He visto algunas trenzas que se ven genial, tal vez podríamos practicar con alguna de ese estilo ― murmuró, jugando con las hebras de mi cabello.

Yuri asiente, motivada por mi respuesta. En el primer semáforo la pantalla central del auto muestra un mensaje del chat grupal de los chicos.

"Dónde está la mujeriega china y mi hermosa culona? ― Elliott"

Yuri jadea, y toma el celular para enviarle un audio.

― Mira, tu, polla frustrada, soy japonesa ― chilla ella, quejándose ―. Estamos en camino, calma tus hormonas de adolescente.

Me río levemente porque simplemente adoro escuchar a los chicos tener sus momentos. Es natural y aunque parezcan insultos fuertes para ellos es casual. Son familia después de todo. Sus insultos prosiguen por unos minutos entre mensajes entrantes y respuestas de Yuri hasta que pone el celular en el compartimiento junto a la pantalla.

Recuerdo entonces lo ocurrido con Roy y su tía Amelia. Mi piel se eriza y aprieto el borde de la chaqueta queriendo ignorar el enojo que resurge por mi cuerpo. Ni siquiera cuando Theo me ha dicho que la relación de Roy y esa mujer no es la mejor, tampoco puede justificar como ella me ha insultado.

Tampoco puedo dejar de pensar en lo familiar que ha sido verla, e intentado encontrar de donde puedo conocerla.

― ¿Estás bien, nena? ― la escucho de repente, ni siquiera prestando atención al resto del trayecto mi mente se ha vuelto un manojo de pensamientos ―. De repente estás muy callada, ¿Es por lo que ocurrió en el taller?

CombustiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora