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Piccolo reía burlonamente por la inocente idea que tenía la tonta mocosa de poder derrotarlo.

Su pie estaba incrustado en el estómago de la espíritu que con todas sus fuerzas lanzó un tajo de su gran espada que fue fácilmente esquivada por el nameku pero que destruyó gran parte del lugar por la liberación de energía violeta.

Princess respiraba pesadamente, pero su molestia y frustración la llenaba de energía que usaba para arremeter contra el demonio.

Por fin llegó conectar una patada a Piccolo justo al rostro logrando que este retroceda con sus pies clavados a la tierra.

El rey demonio lanzó un puñetazo que fue detenido por el dorso de Sandalphone pero que estremeció su cuerpo al punto que sus dientes rechinaban por la fuerza con la que apretaba.

Este sujeto era un monstruo, no se detuvo pues una y otra vez golpeaba la espada hundiendola más y más en un cráter hecho por la magnitud de su fuerza.

-¡Aaaaarhg! -ella grito liberando más poder que hizo retroceder a Piccolo, pero este no se veía realmente preocupado.

-Vaya, vaya mocosa, sigues liberando esa cantidad de poder, pero de nada te sirve si no sabes como usarlo -sonreia el demonio extendiendo su mano hacia la mujer de cabello color morado- Pero si quieres te puedo mostrar como hacerlo -bufó divertido a la vez que una esfera amarilla aprecia.

-¡No necesito aprender nada de alguien como tú! -exclamó la muchacha dispuesta a detener lo que se venga.

"Heh"

Fue lo único que Piccolo mencionó antes de lanzar la bola de ki hacia Princess.

Una gran explosión se formo cuando la espada de la espíritu chocó contra la energía de Piccolo.

La espíritu cargó mucha de su energía violeta en su espada para retener el ataque.

Energía violeta mezclada con amarilla destilaba hasta los cielos que parecían nublarse poco a poco por tal pelea.

Entre el polvo Piccolo vio a la mujer con tranquilidad, estaba mucho más lastimada, pero su expresión denotaba determinación. Incrustó su espada y sus manos las posó sobre el mango.

Trozos de su armadura caían al suelo antes con una imagen solemne ahora había gritas y faltas de trozos grandes en ella dejando ver parte de su piel y una tela casi transparente.

Por su bello rostro caía una linea de sangre que cruzaba por el costado de su ojo que seguía brillando.

Jadeaba con pesadez pero eso no pareció importarle a Piccolo quien repentinamente apareció en su frente.

-¿Qué ocurre, espíritu? ¿eso fue todo para ti? -preguntó mientras agarraba su cabeza- Tengo que admitir que eres fuerte sin dudas pero te falta mucho camino para desafiarme -mencionó.

"¡Caugh!"

Princess gimió de dolor por la fuerza con la que era sostenida.

Intentó lanzar su espada hacia él, pero fue detenido por la otra mano del nameku.

-Estás perdida -mencionó Piccolo sonriente.

-Y...yo no vo...voy a perder... -intentó decir pero simplemente ya no podía seguir.

"¡Clap!"

"¡Piccolo!"

Una voz exclamó llamando la atención del espíritu y el verdoso hombre que se giró para ver nada sorprendido por la llegada de este sujeto, es más, una expresión de satisfacción se apoderó de su rostro.

Date a Sekirei Donde viven las historias. Descúbrelo ahora