7.

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Una habitación completamente blanca, no recordaba mucho del lugar aparte de la puerta donde los hombres con batas entraban y salían luego de hacerle pruebas médicas y psicológicas.

Pero lo que sí era bien recordado por ella era el momento cuando una entretención fue puesta para ella y sus hermanas, lo llamaban televisión.

Sus hermanos no le prestaban tanta atención ya que se centraron mejor en el uso de sus habilidades de Sekirei, ni ella misma lo hacía en un principio. Las caricaturas le parecían aburridas, películas algunas las vio.

Cambiando los canales por varios días buscando algo que le de algo de diversión a su pequeña vida.

Eran niños de apenas 12 años para abajo, eran sekireis custodiadas por el MBI para el mejor control de sus habilidades. Podían recorrer el lugar, no estaban del todo aprisionadas pero igualmente no le interesaba aquello.

En cambio aquello que la pantalla transmitía lo hizo, le causó curiosidad e interés.

Peleas, luchas mano a mano sin poderes como los que los sekirei tenían, a puño limpio. Entretención pura para ella, era extraño.

Pero ese luchador que más atención le robó fue un simple niño, probablemente de su edad.

Sus cabellos le quitaron una pequeña sonrisa divertida, eso fue lo primero que le llamó su atención, pero aquello fue el simple inicio...

La lucha contra el hombre de piel oscura y punto rojo en la frente comenzó y supo que el niño era fuerte. Sus capacidades eran mayores a las de los simples humanos y probablemente algunos sekirei o eso pensaba ella.

Demostraba tecnica y entrenamiento, pero el otro tampoco era débil, logró arrinconar al pequeño azabache con una peligrosa técnica.

Para sorpresa de todos, incluida ella misma el niño se puso de pie adolorido, incluso cuando todos lo dieron como derrotado remontó la lucha y ganó.

Disfrutaba de la pelea y no tenía malas intenciones, fue respetuoso con su rival. Era alegre y parecía divertido.

Así comenzó su pequeño fanatismo por el luchador de pelos parados. Siguió su trayectoria todo aquel torneo, ignoraba a los demás y presto atención solo en él.

"El luchador Son Goku contra Jacki Chun"

Sin dudas fue la pelea que más ansiedad y preocupación le dio, tanto así que sostenía su pecho para intentar calmar su infantil corazón.

Ambos lo daban todo, el anciano era fuerte y gozaba de más experiencia que el joven niño que aún así no se rindió.

Ambos lo daban todo, el anciano era fuerte y gozaba de más experiencia que el joven niño que aún así no se rindió

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Muchas veces pensó que ya no se levantaría, pero lo hizo, una y otra vez. Así mismo su emoción la llevó a pegarse más al televisor, muchas de sus hermanas se preocuparon pues Akitsu no se separaba de aquel aparato ya hace varias horas.

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