Bajo el brillante sol del inframundo, Blitz y Stolas, ahora convertidos en rey y reina, disfrutaban de un tranquilo picnic en compañía de su gran familia. Octavia, Loona y Spiroz, sus tres hijos mayores, compartían risas y conversaciones animadas mientras saboreaban los manjares preparados con cariño por Stolas.
A lo lejos, los demás hijos correteaban y jugaban en el parque, llenando el aire con su algarabía y alegría. El bullicio de su felicidad era como música para los oídos de Blitz y Stolas, quienes observaban con ternura la escena familiar ante ellos.
"Mira cómo se divierten nuestros hijos", comentó Stolas con una sonrisa radiante. "Es maravilloso verlos crecer y disfrutar de la vida juntos".
Blitz asintió con satisfacción, rodeando con un brazo a Stolas. "Sí, mi amor. Verlos felices es el mayor regalo que podríamos pedir. Nuestra familia es nuestro tesoro más preciado".
Entre bocados de comida y risas compartidas, Blitz y Stolas se sentían completos, rodeados del amor y la alegría de sus seres queridos. Sabían que, mientras estuvieran juntos, su reino estaría lleno de felicidad y armonía, guiados por el amor que los unía como pareja y como padres.
Mientras Stolas y Blitz disfrutaban de un momento acaramelado, intercambiando dulces besos y caricias bajo la cálida luz del sol, Octavia, Loona y Spiroz intercambiaban miradas de exasperación entre ellos.
Octavia, la mayor, rodó los ojos con un suspiro teatral. "¿No pueden simplemente guardarse eso para ustedes dos? ¡Es asqueroso!"
Loona asintió, con una mueca de disgusto. "Sí, en serio. Si siguen así, podríamos terminar teniendo un ataque de diabetes por lo empalagosos que son".
Spiroz, el más joven pero no menos sarcástico, agregó: "¡O peor! Podríamos terminar fundiéndonos en un charco de azúcar derretida".
Entre risas y quejas fingidas, los hermanos compartieron un momento de complicidad, encontrando humor en la situación. Mientras tanto, Stolas y Blitz, ajeno a las quejas de sus hijos mayores, continuaron disfrutando de su amor, sin preocuparse por lo que los demás pudieran pensar.
La familia, con sus bromas y su cariño, era un reflejo del amor inquebrantable que reinaba en el reino de Stolas y Blitz. Aunque los hijos mayores pudieran quejarse de vez en cuando, sabían que no cambiarían nada de su peculiar y amorosa familia por nada en el mundo.
Mientras Stolas y Blitz se perdían en un momento de intimidad y romanticismo, compartiendo su amor en un abrazo apasionado, Octavia, Loona y Spiroz intercambiaron miradas incómodas entre ellos, buscando una excusa para alejarse discretamente.
Octavia carraspeó, intentando llamar la atención de sus padres sin interrumpir demasiado su momento especial. "Hmm, ¿saben qué? Creo que dejé mi libro favorito en la otra punta del parque. Voy a buscarlo, ¡ya vuelvo!"
Loona asintió rápidamente, agregando con aparente urgencia: "Sí, y yo creo que olvidé recoger unas flores que vi por allá. ¡Voy contigo, Octavia!"
Spiroz se unió al pretexto, tratando de disimular su incomodidad. "¡Y yo voy a ver si puedo encontrar algunas piedras interesantes para mi colección! Nos vemos en un rato".
Entre risas nerviosas y evitando mirar directamente a sus padres, los tres hermanos se alejaron del lugar, dejando a Stolas y Blitz a solas en su íntimo momento romántico.
Stolas y Blitz, ajeno al engaño de sus hijos mayores, se sumergieron aún más en su amor mutuo, disfrutando de la conexión profunda que compartían. Para ellos, no había nada más importante en ese momento que el calor de sus corazones y el brillo de sus miradas enamoradas.
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Este es el futuro perfecto ✨💕
Romanceesta es una historia donde el stolitz es canon después de todo lo que pasa en la serie Blitz y Stolas crean una familia pero empiezan los problemas y Blitz con magia que consiguió por stolas logra tener un poder inimaginable donde el crea un mundo d...