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El castillo de Afrodita

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El castillo de Afrodita...

Aquel lugar tan hermoso y que muchas diosas añoraban vivir allí y envidiaban a la rubia.

Hermosos jardines, árboles, flores que siempre crecen... Un lugar hermoso y perfecto.

Pero dentro de aquel lugar era totalmente diferente a como se veía en exterior.

El lugar donde anteriormente estaba reluciente estaba totalmente destruido.

Afrodita se encontraba de una forma extraña, su cabello perfectamente peinado estaba despeinado... Parecía una humana loca que el esposo la abandonó a su suerte.

Está no era la misma mujer que era tan admirada, amada, deseada y enviada...

Afrodita: ver a lo lejos a Bru no me gusta -murmurro enojada.

Desde que su sirviente le había dicho sobre la advertencia que su querida amiga Lilah le había dado a su Bru-chan ella había decidido estar un poco lejos de ella para no levantar sospechas.

En todo ese tiempo la veía desde lejos, como si de un depredador esperando a que su presa bajara su guardia y atacar.

X: p-por favor... Suelteme...

La rubia miro a su derecha y miro a un dios menor ¿Griego? ¿Japones? ¿Indú? ¿Nórdico?, ni ella lo sabía pero le daba igual de cualquier forma ya dejaría de vivir.

El pobre dios estaba tan herido... Tenía sangre cayendo lentamente de su cuerpo y unas heridas por alguna clase de látigo filoso.

Afrodita:¿Por qué lo haría? -pregunto con una sonrisa- dijiste que Bru-chan y el imbécil de Buda estaban juntos... Y eso es mentira... Ella es mía -dijo con calma.

X:¡Lo siento pero por favor déjeme ir, no se lo diré a nadie, lo juro! -grito llorando.

Afrodita estaba con una sonrisa psicópata en sus labios por ver la desesperación de aquel ser por seguir viviendo.

Tan desesperado, tan débil que lo único que podía hacer era rogar por su patética y miserable vida.

Una risita sio de sus labios y eso sólo hizo que el dios menor se asustará, junto a la rubia estaban los restos de los hombres de piedra que ella había destruido por un ataque de irá.

Se sentó en su cama y miro de frente al dios menor que estaba temblando.

Afrodita:¿Es que acaso no tienes orgullo? -pregunto divertida.

X:¡Claro que lo tengo!.

Afrodita:¿En serio? Porque lo único que yo veo es a un patético dios que lo único que hace es rogarle a alguien... Aunque no te culpo, soy una de los 12 dioses principales...¿Y tú, que eres? Un patético dios menor del cual nadie conoce ni su patético nombre, hasta las amantes del idiota de Zeus son mas clnocidas que tú.

El dios menor trago grueso y sólo miro como la rubia se levantó de su cama y se acercó a él.

Afrodita: te contaré mi plan... De cualquier forma no vivirás por mucho... Dentro de unos minutos llegarán algunos... Colegas, que están en mi misma situación... Les daré una oferta de la cual no se podrán negar y... Haremos algo tan divertido y cruel que el mismísimo Zeus temera...

X:¡¿P-por qué lo harías?! ¡Tienes todo lo que cualquiera quisiera! Puedes tener a cual ser mortal o dios a ti disposición ¡¿Por qué destruir tu perfecta vida por una inútil Valkiria que destrozó nuestro orgullo y nos humilló delante de esos patéticos human- ¡Aaah!.

Una latigazo fue más que suficiente para hacer callar al dios, Afrodita tenía una mirada tan oscura...

Afrodita:¿Nunca te han enseñado que hablar de más está muy mal?.

La rubia enrollo el látigo en el cuello del dios que estaba asustado, estaba literalmente pálido del miedo

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La rubia enrollo el látigo en el cuello del dios que estaba asustado, estaba literalmente pálido del miedo.

Afrodita:¿Nunca te has enamorado? ¿Jamás has sentido aquel hermoso sentimiento que florece como si de un campo de flores se tratara? ¿Nunca has deseado estar con esa persona toda la vida y que jamás se vaya?... Eso es lo que se trata el amor... Si debo destruir esta mierda de vida que tengo... Lo haré para que ella se quede sólo conmigo y jamás la dejaré ir, te lo repetiré para que lo entiendas... Jamás se la dejaré ir... Primero el infierno debe hacer frío para que yo lo haga.

La rubia soltó al dios quien respiró como un loco y cuando tuvo suficiente aire miro al frente pero fue lo último que vio.

Afrodita le había lanzado un cuchillo el la frente acabando instantáneamente con su vida, la rubia soltó un suspiro y se tumbó en la cama.

Afrodita: ni estos juguetes son divertidos... -murmurro cansada.

Sirviente: s-señorita... Ya llegaron -murmurro nervioso.

Al oír aquello Afrodita se alegro y rápidamente se levantó.

Afrodita: llevatelos a la sala... Yo me arreglaré -dijo con una sonrisa.

Esto será una completa locura y Afrodita lo tenía todo planeado, ella no sólo era una cara bonita que se ganó su puesto por sólo acostarse con medio Valhalla, oh no... Ella era un diosa, la diosa del amor, la pasión y la belleza para ser precisos.

 Ella era un diosa, la diosa del amor, la pasión y la belleza para ser precisos

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Continuará

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