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Cuando Brunhilde llegó a la enfermería no se espero ver cómo su hermana menor estaba durmiendo junto con Lilah como si fueran una pareja, respiró hondo y se preparó para gritar.

Brunhilde:¡¡Despiertense!!.

Geir se despertó con miedo por el repentino grito y al ver a su hermana se quedó en silencio.

Geir: hola Brunhilde-onee-sama -dijo nerviosa.

Brunhilde: hola Geir ¿Cómo te encuentras en esta mañana? -pregunto con una sonrisa.

Geir: b-bien -dijo nerviosa.

La pelimorada movía a su amiga castaña para poder despertarla pero la joven diosa era difícil de despertar.

Brunhilde no dijo nada y sólo soltó un suspiro, no iba a regañar a su hermana por dormir con la diosa.

Brunhilde: sólo levantala a Lilah-sama y te ayudaré a levantarte -dijo con suavidad.

Geir: eso es lo que estoy haciendo pero es como una roca -dijo nerviosa.

Brunhilde soltó un suspiro cansado y se acercó a la cama para tirar a la joven diosa al suelo dejando a Geir con la boca abierta.

Geir:¡Brunhilde-onee-sama! -grito asustada.

Lilah: ay, ay, mi cabeza -dijo adolorida.

Brunhilde: lo lamento Lilah-sama pero Geir necesita que irse -dijo con inocencia.

Lilah:"está mujer está loca... Ahora entiendo el miedo que muchos sienten por esta loca" no hay culpa, yo me debo ir haber como está la idiota de Afrodita -dijo cansada.

Brunhilde se tenso de la rabia por la mención de la mujer y eso no pasó desapercibido por las otras 2.

Geir:¿Pasa algo? -pregunto curiosa.

Brunhilde: nada, mejor te ayudo a levantarte -dijo seria.

Geir: puedo hacerlo -murmurro nerviosa.

Brunhilde nego suavemente su cabeza y fue hacia su hermana, Lilah salió de la enfermería preguntándose qué estupidez hizo la rubia.

Lilah: luego niega que esta enamorada de ella... -murmurro cansada.

Siempre noto algo diferente en la mirada de Afrodita con la Valkiria pero siempre que le preguntaba tenía una negativa, rodó los ojos y se puso en marcha para ir al hogar de la diosa del amor.

Lilah:"esta tipa me dará canas algún día" -penso cansada.

Con Afrodita

La rubia estaba sentada en una de sus sillones con una copa de vino, estaba pensando como hacer que Brunhilde se fijará en ella... Le regaló una de sus mejores joyas pero se negó...¿Monedas? ¿Dinero? ¿Coronas? ¿Un castillo? ¡Ella podía darle todo eso!.

Para ser la diosa del amor... No era muy buena pensando en algo más que en lo material pero no la pueden culpar... Estar en un lugar donde el amor verdadero no existía era agonizante para cualquiera y tampoco quería admitir sus sentimientos por Brunhilde. Una pelea entre el corazón y el ego ¿Quién ganará?.

Lilah:¿Cuántas botellas te tomaste? -pregunto curiosa.

Afrodita elevó su mirada para ver a la más joven con una clara mirada de molestia, soltó un suspiro y la ignoro lo que le faltaba para estresarla más.

Lilah: no me vas a ignorar como otros días Afrodita, estoy aquí porque me preocupas -dijo cruzada de brazos.

Afrodita: estoy bien...

No estaba bien, había Sido completamente rechazada por una valkiria eso era humillante para su orgullo.

Lilah:¿Brunhilde te rechazo? No la culpo hasta yo lo haría conociendo tu historial -dijo tranquila.

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