Hay muchas formas diferentes de sentir el amor y muchas personas decían cosas diferentes.
Mariposas en estómago, tu corazón latiendo a mil x hora, tu cabeza pensando constantemente en esa persona y entre otras cosas...
Pero...¿Qué pasa cuando los sentimientos son más... Intensos?.
Tu cabeza sólo teniendo como único pensamiento a esa persona, no eras capaz de pensar en otras cosas sólo pensabas en esa persona que te hacía feliz.
Tu corazón latiendo más rápido como si te fuera a dar un paro cardíaco, cuando esa persona estaba cerca o pensabas en ella como la primera maravilla del planeta.
Afrodita estaba en un baño de burbujas con una sonrisa y un gran sonrojo en sus mejillas, estaba pensando en Brunhilde y en las horribles cosas que había pensado de ella antes... Brunhilde era perfecta como un pequeño gatito que necesitaba protección... Y ¿Quien mejor que ella para darle toda la protección del mundo?.
Sentía tanto calor en su cuerpo jamás le había pasado algo así, normalmente era un simple calentón y ya pero este era más intenso.
Se mordió su pulgar con las mejillas rojas, no tenía espacio en su cabeza para nada más que no sea Brunhilde. Por primera vez en siglos no estaba pensando en un polvo ahora quería algo más... Si hace siglos hubiera admitido sus sentimientos por Brunhilde en estos momentos estarían juntas, Brunhilde acostada en su pecho durmiendo como una linda y adorable niña, mientras que ella le daba besos en todo el rostro y otros pensamientos que ustedes no estaban listos para escuchar.
X:¡Afrodita-Sama!.
La rubia miro con molestia a su sirvienta por haber Sido interrumpida en su momento de fantasías con su futura novia.
Afrodita:¿Qué? -dijo molesta.
X: Lilah-Sama le dijo algo a la Valkiria Brunhilde.
Una llama de celos se había instalado en su pecho por aquellas palabras, Lilah era su querida amiga claro pero si se atrevió a insinuarse a su Brunhilde ella le daría una lección.
Afrodita:¿Que le dijo? -pregunto de forma fría.
ESTÁS LEYENDO
Obsesión
FanfictionAfrodita la diosa que tenía a tantas personas a sus pies, tanto dioses, diosas o humanos caían ante sus encantos pero ella no les toma importancia. A la única persona que quiere es a la mayor de las Valkirias Brunhilde, para ella sola y hará lo que...