Mientras los dos niños menores de la familia luchaban por desgarrar la carne con sus pequeños dientes, los dos mayores habían terminado su plato en apenas un par de minutos.
El más delgado de ellos se acercó con cautela a la pequeña de pelo azul y le arrebató varios trozos de carne de su plato.
— Mylo — gruño Vander.
El hombre ni siquiera necesitaba gritar para que el sonido vibrara en toda la sala.
Al niño no le hizo falta más que aquella mirada de advertencia se alejó rápidamente, gimoteando desgarradoramente
La loba cobriza miró a sus dos hermanos, notando como se habían terminado su comida, pero incluso así no parecían llenos, entonces, empujó con el hocico el resto de su comida hacia ambos, ninguno de ellos dudó antes de comenzar a engullir con rapidez.
***
Greyson observó todo con una sorpresa evidente en el rostro, alejándose hasta sentarse en el comedor junto a los dos Kiramman quienes hablaban en susurros.
Estos niños, todos ellos, guardaban amor en sus corazones. Incluso aquella misteriosa loba cobriza se comportaba de manera más humanitaria que muchas de las personas que había tenido la desgracia de conocer a lo largo de su carrera. Cada uno de sus actos eran guiados por un sentido de protección y profundo cariño.
¿Qué hacía esta familia en el bosque?
¿Se estaban escondiendo?
¿Huían de algo o de alguien?
¿Y si era así, de quién?***
Vander suspiro al ver la escena, y negó con la cabeza.
— Vi —.
La loba cobriza levantó sus orejas en la dirección de su padre, mirando atentamente. Como un pequeño soldado esperando órdenes.
— Tú también necesitas comer florecita, apenas has probado bocado en días — Vander extendió una mano hacia ella — Ven aquí —.
A la loba no le hizo falta más, salió corriendo en dirección a su padre, subiendo al sillón de un salto y enroscándose en su regazo, emitiendo un sonido cálido y vibrante, una especie de ronroneo.
(Si es que los lobos podían ronronear)
Vander dividió los pedazos de carne de su plato a la mitad, y ambos comieron en silencio. Contrario al resto, masticaban y tragaban con más cuidado y decencia.
Cuando los niños más pequeños terminaron, se levantaron de sus lugares y medio gatearon, medio corrieron para subirse al sillón al lado de Vander, acurrucándose cerca de su regazo.
El chico más delgado que aparentemente se llamaba Mylo también se levantó en cuanto término, y con algo de duda en su mirada los siguió, sentándose al otro lado de su padre y encogiéndose contra su brazo, buscando el calor de una manera casi inconsciente.
Finalmente, el último chico, un niño que usaba lentes rotos, se tomó la delicadeza de recoger los platos y dejarlos en la mesita de la sala, y también alzo la cobija del suelo, llevándosela consigo cubriéndolos a él y al resto de sus hermanos, para terminar acostándose al lado de Mylo.
Los cuatro rápidamente se quedaron dormidos, mientras tanto Vi como Vander seguían comiendo tranquilamente
— No necesitas seguir en guardia pequeña, puedes descansar — Vander acaricio su hocico con cariño.
No fue hasta que ambos habían terminado de comer (Con una coordinación francamente aplaudible) que la loba cobriza le hizo caso a su padre.
Se bajó de su regazo con un salto y aterrizo en el suelo... Como una niña humana.
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Un lobo en el bosque [Caitlyn x Vi] - AU-
FanfictionFue en sus dulces 16 cuando Caitlyn la vio entrar, galante y orgullosa. Un lobo cobrizo de ojos grises, aquellos con los que una vez había pasado las vacaciones de invierno. - ¿Por qué siempre estas protegiéndome? - pregunto. - Porque siempre estás...