Un lobo en el bosque [Caitlyn x Vi] - AU-

Capítulo 8: Alfa interno

La charla fue interrumpida por los gritos de las niñas, ambas, a unos pocos escalones de llegar a la planta baja de la casa, estaban exactamente en la misma posición que antes, Caitlyn, incómodamente cerca y Vi... Sonrojada a no poder más.

Los cuatro adultos detuvieron su charla y miraron la escena con atención, primero divertidos por la interacción, pero finalmente, curiosos por la charla.

"¿Haberse visto antes?" - pensaban - "Eso es imposible"

— Lo eres ¿Verdad? El del otro día — Caitlyn preguntaba con tanta emoción que prácticamente estaba gritando — ¡Tú me salvaste! —.

Vi sorprendentemente parecía nerviosa, tenía las orejas echadas hacia atrás y la peluda cola entre las patas, el pelo de su cabeza se había erizado, no era notorio ahora que estaba en su forma humana, pero era una respuesta común de ataque de su forma lobuna, una manera de intentar parecer más grande que su oponente... Pero no estaba preparada para atacar, sino para huir... O esconderse, si sus mejillas sonrojadas decían algo.

Se alejó un paso, casi tropezando de la escalera, riendo tonta y nerviosamente en un fallido intento de desviar el tema

— Y-yo n-no... N-no sé de qué... Hablas...

Vander nunca antes había escuchado a su hija tartamudear, menos ponerse tan nerviosa y no pudo evitar que sus cejas se alzaron casi hasta el nacimiento de su pelo.

Caitlyn, pareció de pronto notar que estaban a tan solo unos pasos de sus padres, y aun con una sonrisa de oreja a oreja agarró los hombros de Vi y la arrastró a la sala, señalando, saltando de emoción y sacudiéndola como si fuera una de sus muñecas

— ¡Mira mami! ¡Mira! ¡Es ella! ¡La loba que alejó al hombre malo! —.

Vander tomo nota de que aunque su hija parecía nerviosa, y pese que su integridad Arcana le daba la fuerza más que suficiente de apartarse, no opuso resistencia, ni siquiera cuando Cait la arrastró al centro de la sala; ni para detenerla mientras era zangoloteada como una piñata

— Caitlyn, querida...

Tobías agarró las manos de su hija y la separó cuidadosamente de Vi, para que dejara de atosigar a la pequeña de esa manera

— ¿De qué hombre hablas cariño? — Cassandra preguntó, agachándose a la altura de su hija.

Caitlyn se puso muy recta e hizo la mímica de acomodarse unos lentes; una seña que solía hacer cuando iba a explicar algo, al parecer lo había sacado de una serie de detectives que a Cassandra no le agradaba nada que viera.

— Al hombre malo me lo encontré cuando fui a jugar al parque con nana el otro día, este hombre malo se acercó y dijo que papá lo había mandado a buscarme, pero estaba con mi nana, papá me había visto al salir de la casa, eso no tenía ningún sentido — explicó con rostro muy serio — Creo que a él hombre le desagradaron mis preguntas porque se puso nervioso y se enfadó, tomándome del brazo muy muy fuerte y dolió, y grité, y entonces un lindo lobo salió de los arbustos y le gruñó al hombre malo poniéndose frente a mí, el hombre malo se asustó mucho, creo que pensó que lo iba a morder —.

Cassandra miró a su esposo cuando su hija terminó de explicarse, la sonrisa fría de sus ojos dejó muy en claro que alguien perdería su trabajo esa misma noche.

Vi pateaba piedras imaginarias, mirando al piso y rascándose la nuca, jugando a la demencia en un intento muy malo por parecer desinteresada

— Quizás te confundes de lobo... — 

— ¡Nunca podría confundirte! —

Caitlyn se acercó enseguida, volviendo a tomar a Vi de los hombros, esta vez para acercar sus caras, mucho, bastante, tanto que sus narices se tocaban.