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Desde que la reunión había terminado, aquel pilar y el antiguo renegado se habían marchado en dirección a la finca del pelinegro, a pesar de que ya llevarán al menos unos 30 minutos caminando ninguno de los dos había mencionado palabra alguna a pesar del tiempo de haberse ido de la Sede de cazadores.

Sasuke volvió su mirada al pelinegro a unos cuantos pasos delante suyo, parecía estar completamente sumido en sus pensamientos por lo que sintió la necesidad de no interrumpirlo.

Suspiró, se sentía un poco cansado debido a que hubo varias noches en las que no había podido dormir. deseaba rotundamente un futón en dónde se pudiera acostar a dormir sin que absolutamente nadie interrumpiera su pacífica siesta, lamentablemente por lo que se le había informado la finca del pelinegro estaba bastante alejada de la Sede y aunque hubiera descansado en la finca de la Kocho, esto no recompensaba su falta de sueño. Resignado ante volver a recordar esto torció su boca, pues deseaba demasiado una siesta.

¿Te encuentras cansado?─Escuchó repentinamente que le mencionó el contrario tomándolo por sorpresa ya que creía que el pilar ignoraría su presencia durante todo ese trayecto hacia la finca.

Asintió levemente mientras desvíaba su mirada hacía su alrededor, notando que estaba atardeciendo, algo bastante bueno debido a que por lo menos podrían llegar a el hogar del otro sin ser molestados por los demonios y aunque anochecieran aún caminando no sería un problema para ellos deshacerse de estos.

Tomemos un descanso─le dijo, Sasuke asintió sin dudarlo, no le importaba nada más que recuperarse.

Ante esto Giyuu junto con el azabache se acercaron a un pequeño campo despejado en donde rápidamente ambos se asentaron en el césped.

¿Tienes algo de comer?─Preguntó un poco hambriento el de ojos ónix ya que no había comido desde la mañana de ese día por lo que el hambre le empezaba a afectar de manera molesta.

Ante esto Tomioka busco entre su vestimenta una pequeña caja en la solía guardar comida o provisiones y se la entregó a el menor quién al abrirla encontró unos tomates y bolitas de arroz, al ver esto no pudo evitar no sonreír feliz ya que los tomates era lo que más le gustaba, sin espera alguna Sasuke empezó a comer con rapidez.

Un sentimiento de alegría se apoderó de él, al notar la reacción del azabache quien se veía notablemente satisfecho con lo que traía de comer y esto le puso contento, a pesar de que él no hubiera comido en todo ese día.

Después de un rato el menor terminó de comer entregandole aquella mini cajita a el pelinegro quien la tomó en sus manos y la guardó entre sus ropas.

El de ojos azules miró por unos cuantos segundos a Sasuke, notando entre las comisuras de sus labios unas pequeñas migajas de arroz, un poco desinteresado de sí el menor le decía algo se acercó lentamente al contrario.

¿Umm?─Soltó un sonido intrigado de que el mayor se le acercará de esa forma tan extraña.

Con una de sus manos le tocó los labios notando lo pálidos y suaves que eran, al igual que como se veían y con la otra mano le empezó a quitar de manera calmada los restos de comida. El azabache no dijo nada, solamente se dedicó a mirar curioso cualquier siguiente movimiento del pelinegro.

Alejó su mano del rostro pálido del azabache y automáticamente se enteró que estaba justo encima del regazo del menor, la vergüenza poco a poco se fue apoderando de su cuerpo al ver que el azabache le veía con una ceja arqueada, probablemente extrañado de sus acciones.

Rápidamente intentó retroceder un poco pero el menor le tomó de la mano acercándole de vuelta hacia él.

Tomioka se ruborizó un poco debido a la incómoda posición en la que se encontraban pues estaba encima del otro cuerpo con su rostro muy cerca del contrario.

El menor acercó su cara a la del otro y le susurró justo frente a sus labios.

¿Qué intentas hacer acercándote a mi de esa forma?─sintió la mirada seria del azabache sobre él.

Giyuu no respondió, se sentía nervioso por el hecho de que lo que había sucedido anteriormente había sido sin siquiera pensarlo antes. Simplemente porque sintió la necesidad de hacerlo.

Sasuke al ver que no le respondió nada decidió soltarlo de una vez y se levantó del césped retomando el camino a la finca del pilar a paso lento.

Tomioka estaba completamente shockeado, no entendía que le había pasado por la mente al hacer eso, ni siquiera la razón del porqué lo había hecho, salió un poco de su sorpresa y vió como el otro caminaba y al parecer le hacía señas para que se apurará, por lo que volviendo a su inexpresividad, dejó ese tema de lado y se acercó recordando que él debía guiar al azabache.

Tomioka estaba completamente shockeado, no entendía que le había pasado por la mente al hacer eso,  ni siquiera la razón del porqué lo había hecho, salió un poco de su sorpresa y vió como el otro caminaba y al parecer le hacía señas para que se ap...

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Después de una larga caminada en la que ninguno de los dos decía palabra alguna al fin pudieron divisar a la cercanía la finca por lo que comenzaron a andar un poco más apresurados hasta que llegaron justo a la entrada.

Sasuke miró un poco sorprendido el establecimiento ya que está se veía tan simple que le agradaba, le recordaba tanto a su niñez cuando aún residía en el clan Uchiha debido a que la mayoría de casas y tiendas en este eran relativamente aburridos con colores poco llamativos como lo eran el negro y el azul.

Se acercó a la entrada y junto con el azabache entraron a la residencia la cual estaba completamente vacía, algo que no sorprendía a el de ojos ónix pues el mayor tenía esa "pinta" de ser alguien solitario y sin amigos, como él.

Sin esperar el mayor le hizo un pequeño tour al otro mostrándole su cocina, el baño, el jardín y su habitación.

Y está será tu habitación─dijo abriendo la puerta. Sasuke miró por unos segundos lo que sería su cuarto y a decir verdad está solamente contaba con un futón, una mesita y un pequeño mueble, demasiado aburrido, pero no era como si a esto él le diera la mayor importancia, en primer lugar.

Me puedes avisar lo que sea─le mencionó sereno el mayor a la vez que se estaba caminando alejándose a cualquier otra parte del establecimiento.

Espera─le dijo serio el azabache.

El contrario le miró y volvió nuevamente hacía la puerta de la habitación.

¿Qué pas-?─no pudo decir más nada pues fue jalado por el otro hacía el interior del sitio.

Sasuke le acorraló en una de las cuatro paredes del cuarto posicionando su mano en la cintura contraria y con la otra le tomó la mano al pelinegro pegándosela a la pared.

El mayor se sintió un poco intimidado al recordar nuevamente lo sucedido en su pequeño descanso que se habían tomado.

¿Por qué los nervios?Tú fuiste el que empezó acercándote descaradamente a mi anteriormente o ¿acaso ya lo olvidaste?─le mencionó un poco burlón dejando escapar en sus labios una sonrisa.

Fue sin pensar─le miró a los ojos retadoramente, era un pilar y no era débil como para permitirse ser intimidado por alguien ya que había sobrevivido a incontables batalla contra demonios.

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Bueno aquí gente otro capitulo, Tal vez mañana suba otro cap. Chau

La Excepción (Sasuke x Giyuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora