𝟓- 𝐄𝐥 𝐜𝐡𝐢𝐜𝐨 𝐦𝐢𝐬𝐭𝐞𝐫𝐢𝐨𝐬𝐨. ¿𝐄𝐬 𝐮𝐧 𝐚𝐬𝐞𝐬𝐢𝐧𝐨?

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Había pasado la semana muy rápido, y eso no me disgustaba para nada.
Ojalá fuera así todos los días.

Como ya estábamos cansados ( y eso que todavía vamos por el primer trimestre.)
Propusimos pasar todo el fin de semana en unas cabañas en el bosque para alejarnos de la sociedad.

Pero para llegar todavía falta que terminen las clases.
Lo cual solo faltan dos horas para que termine esta tortura y poder disfrutar de un glorioso fin de semana.

—Estoy deseando que termine está mierda y poder ir a bañarnos en el lago.— se quejó Agatha( para variar.)

—Agatha cuida tú boca que a este paso te van a salir bichos en la boca.— la peleo como si fuese una niña pequeña.

—Ada, en primer lugar no soy una niña pequeña para que me hables como si fuese boba.— coje aire exsajerada mente antes de volver a hablar.
—En segundo lugar a nadie le salen bichos de la boca por decir una palabrota. Como si tu no las dijeras.—

—Ya deja de quejarte.—

—Yo no me quejé.—

—Agatha ¿tiene algo más que decir o se va a callar de una vez y me deja terminar de explicar.?— nos interumpe el profesor.

Avergonzadas nos callamos y esperamos a que termine la hora.

—Así que a doñas perfectas os an peleado. Me siento un santo, normalmente es a mi al que pelean.—

—Oliver deja a un lado tu tontería, lo tuyo es siempre lo nuestro es solo cosa de hoy, no se volverá a repetir.—

—Así empecé yo... y mirame.—

—Si terminaste como un estúpido.—

—Chicos dejen de pelear estoy arta de que siempre os estéis insultando.—

—¡Ada no te metas!.— me gritan a la vez.

—Yo paso.— me doy la vuelta y me siento en la silla que me corresponde.

Después de una larguísima hora escuchando a la profesora de historia y los gritos de los compañeros.

Terminó. Por fin.
Esto de estar escuchando gritos y gilipolleces no es lo mío, no se como los profesores tienen tanta paciencia.
Dicho ésto yo nunca bajo ningún concepto voy a ser profesora.

Ahora mismo estamos de camino a mi casa para recoger mi mochila y pasar un estupendo fin de semana en el bosque lejos de la sociedad.

No podría pedir nada más.

—Sigo sin entender por qué tenemos que pasar el fin de semana en el campo si lo podríamos pasar en la playa.— se vuelve a quejar Agatha por sexta vez del día.

—Agatha ya sabemos que te gusta la playa.—Oliver hace una pequeña pausa.—Pero también hay que salir de tu sono de confort.—

—Lo que Oliver quiere decir es que no te vas a morir por un poco de aire fresco.—

—En la playa se respira aire fresco.—defiende Agatha muy fiel a la playa.

—No tengo nada en contra de la playa, pero ay se respira salitre,prefiero el campo.—

—Y que tiene el campo que no tenga la playa.—

—Muy simple, tiene tierra firme, flores, árboles, animalitos...—

—La playa también tiene "animalitos".—

La miro con cara de pocos amigos.

—Los animalitos que tú llamas te referirás a las medusas las cuales te pican, los tiburones que te arrancan pedazos, las palomas que te vuelan por encima y siempre te dejan un regalito en la cabeza.¿Quiéres que siga.?—

Nuestro atardecer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora