2 | CHAPTER TWO.

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Andy se encontraba en el Alibi junto con Kev, ese día lo tenía libre y lo aprovechó para poder ganar algo de dinero. Ambos se llevaban muy bien, para el castaño Kevin era como un padre o hermano mayor que nunca tuvo, la pasaba bien cuando tenían turnos juntos; ahora mismo se encontraban riendo mientras Kev limpiaba unos vasos y Andy servía la bebida.

— Créeme que si me lo pides puedo tirarlo al lago cuando quieras, Andy. —decía Kevin en broma cuando el chico le contó lo que había pasado la noche anterior con su padre.

— ¡Kevin! ¡Andy! —se escuchó la muy reconocida voz de Frank.— ¿Me extrañaron hijos? —los dos se miraron entre cansados y burlones.

» Cerveza y Whisky —les pidió mientras se encaminaba a su lugar.— ¡Billy! ¿Quieres un trago? Pide uno. —apuntó y luego rió para girarse hacia la barra.

— Lárgate, Frank. —dijo está vez Kevin, el castaño solo negaba con la cabeza mientras servía el whisky.

— Una pluma, señor cantinero, hoy es día de incapacidad. —dejó los sobres sobre la barra.

— ¿Los de seguro de incapacidad aún no te atrapan? —preguntó entre sorprendido y divertido Andy junto a Kev.

— Sí, creíamos que había un sujeto persiguiéndote con una cámara. —confesó mientras destapaba la bebida y el adolescente le daba la pluma al Gallagher.

— Pueden seguirme todo lo que quieran, pero tienen que atraparme primero haciendo algo malo. —les respondió mientras escribía en los papeles, dándoselo a Kevin luego.

» ¿Por qué tanto borracho? —cuestionó viendo el lugar.

— Despidos en la planta Chrysler.

— ¡Te dije! Ese es el problema con el trabajo —y ahí estaba Frank, una vez hablaba no lo callaban más.— Demasiado inestabilidad y estrés. —dijo para después tomar de un trago el whisky, Andy dejó unos billetes frente a él.

» ¿Qué rayos es ésto? —preguntó agarrando los billetes.

— Lo que quedó al saldar la cuenta del mes pasado. —respondió con indiferencia, apoyando sus manos sobre la barra.

— Entonces abrán una nueva. —dijo sin importancia Frank.— ¡Y una ronda para mis amigos de la unión de los trabajadores! —elevó su voz mientras alzaba su vaso.

— Wow, ¿En serio? —le preguntó Kev viéndolo.

— Nunca creí escuchar eso.

— Cómo creén. —respondió Frank mirando a ambos chicos, éstos se miraron y suspiraron, volviendo a sus cosas.

«  𝐄𝐅𝐈́𝐌𝐄𝐑𝐎  »     ||      Ian Gallagher. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora