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El gran salón estaba envuelto en una atmósfera vibrante y festiva, la luz de las antorchas danzaba sobre las paredes decoradas con tapices. El aroma embriagador de las especias y el vino llenaba el aire, mientras la música de flautas y tambores añadía un toque de
misterio y emoción a la celebración.

Verena y Lydra se encontraban entre un grupo de jóvenes de diferentes casas , conversando animadamente mientras degustaban las exquisiteces culinarias y las finas bebidas que fluían libremente. Rodeadas por el bullicio de la multitud y el tintineo de las copas.

Sin embargo, la armonía de la noche se vio repentinamente interrumpida cuando una de las chicas, cuyo semblante había estado iluminado por la diversión apenas unos instantes antes, adoptó una expresión de profundo disgusto. Un silencio tenso pareció caer sobre el grupo mientras las miradas curiosas se dirigían hacia ella, buscando entender el motivo de su repentina incomodidad.

Lydra, perceptiva como siempre, notó el cambio en el ambiente y se acercó a la joven con una mirada inquisitiva.

—¿Qué ocurre, querida?— susurró con curiosidad, mientras seguía la mirada de la chica hacia un rincón oscuro del salón.

La joven asintió hacia el lugar en cuestión, donde se vio a los miembros de la Casa Targaryen se encontraban reunidos. Quienes a diferencia del bullicio y la alegría que dominaban el resto del salón, eran recibidos con miradas de desaprobación y disgusto por parte de algunos presentes. Aenar Targaryen, el líder de la casa, parmanecia sereno y firme, pero sus hijos, Daenys y Gaemon, exhibían una tensión apenas disimulada en sus gestos.

Los murmullos se extendieron por el salón mientras las miradas se volvían hacia los Targaryen, preguntándose qué motivos los habían llevado a estar presentes en aquella celebración. Los rumores sobre la posible traición de los Targaryen resonaban en el aire, Se comenzó a hablar de como ellos pronto abandonarían Valyria, una decisión que muchos veían como un acto de traición hacia el imperio. Esto generado tensiones entre las grandes casas de Valyria, y la presencia de los Targaryen solo avivaba el fuego de la discordia.

—Me sorprende que tengan la osadía de mostrarse aqui— reconoció con desprecio Lydra mirándo a los Targaryen

—Tal vez uno de las "profecías" de Daenys los trago— hablo en burla una de las chicas

—Pero quién los habrá invitados?, estoy segura que la mitad de los señores los desprecian y no los quieren aquí— cuestino Seraphina malfoy.

—Dejen de prestar atención a esos traidores, no valen nuestro tiempo— dijo su hermana, Cassiopeia Malfoy.

En medio de este tenso intercambio de opiniones, la llegada repentina de Elara, rodeada por un séquito de chicas, irrumpió en la conversación. Ella sin decir ni mediar palabra, se aproximó a Verena y le arrebató la copa de vino de la mano, llevándosela a los labios y beberla completa antes de dejarse caer pesadamente sobre el regazo de Verena.

—Estoy exhausta— dejo escapar en un suspiro dramatico la recien llegada.

Una risa suave se escapó de los labios de Verena ante la actuación de su amiga, mientras que las demás chicas observaban con diversion y se unian a al grupo

—Queras decir "estamos" querida, todas lo estamos— digo una de las chicas que la acompañaba mientras tomaba una copa

—Que no fuiste tu fuiste la que insistió en atender a la elegida— bromeó Verena.

Elara respondió con su sonrisa pícara en los labios, mientras disfrutaba de las relajantes caricias de su amiga en su cabello.

—¡Si, me arrepiento pero sabes en mi defensa nunca pensé ver a Azara tan nerviosa, parecía que iba a desmayarse!— recordó ella con gracia

LA SOMBRA DE LOS DRAGONES| El Legado De Verena Vengerberg Donde viven las historias. Descúbrelo ahora