Contorcionista

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¿Nunca has estado en una relación donde das más de lo que debes?

Como olvidar ese amor imposible, insaciable y asolador que tuve, un autosuicidio masivo a mí misma, un desarraigo de identidad, un cuento pintado en lienzos lleno de sueños y anhelos.

Recuerdo haberlo conocido una primavera, las arboles florecían y mostraban sus mejores flores, como si compitieran el uno con el otro por quien tenía las flores más hermosas, todo se teñía de tonos coloridos, entre todo ese deleite mi vista se deleitó con un nuevo interés, uno que se ceñía a la naturaleza, en ese momento pensé que sería más hermoso, si él o las flores coloridas que lo rodeaban admirando su belleza. No me le acerque, paso por su lado sin siquiera voltear a verlo, sin poder ver más de cerca a esa hermosa criatura.

Varias veces a la salida de la universidad pasaba por ese camino, el cual se sentía diferente con el cambio de las estaciones, algunos días más hermoso que nunca, otros deprimente y marchito, admito que pensaba en él más veces de las que hubiera querido cada vez que pasaba por ahí, como adolescente enamorada esperaba verlo ahí. Después de meses me había logrado olvidar de él, hasta que un día con el cambio de la estación, y un prominente invierno amenazaba con llegar lo vi de nuevo, sentí una ventisca de aire helado golpear mi cara el cual me saco de mi ensimismiento, verlo parado ahí, admirando los árboles que perdían sus hojas secas, ese contraste de perfección y fragilidad que adopto su piel, si, era realmente algo que tenía toda mi atención.

Muchos meses después lo encontraba más frecuentemente por ese lugar, muchas veces leyendo, otras tantas dibujando y algunas pocas viendo los árboles, un día por causalidad se me acerco y me pidió dibujarme, me quede paralizada, pero acepte, después de eso comencé a saludarlo frecuentemente, luego a entablar pequeñas charlas, hasta que un día me invito a una cita.

Después de varias citas, salidas casuales y demás, empezamos a salir, era un tipo amable, dulce y considerado, o eso creí yo, conforme pasaba el tiempo iba cambiando y su actitud no era la misma que el hombre al que conocí, poco a poco me fue exigiendo cosas, exigiendo mi cuerpo, comenzó a contralar mis salidas con amigos, familiares, etcétera. Pensé que solo eran celos irracionales, pero me di cuenta de que no era así, el cambio y me estaba moldeando a su gusto, sin importarle un comino de lo que quisiera me impuso cosas absurdas, me adapto para que no hiciera nada que no fuese agradable a su pensar.

Muchos a mi alrededor me dijeron que debería romper con él, pero los ignore, pero cada día que pasaba era peor, cada vez más hacia lo que quería conmigo, me dejaba utilizar de él, satisfacía sus deseos y me sometía a el sacrificio de dejarme tocar aun cuando no quería. Para mi suerte eso se acabó hace un largo tiempo, entendí que no me podía autolastimar de esa manera, toda y cada una de las cosas que hice las hice sin sentirme cómoda, así que ahora con toda certeza digo que esa fue una relación toxica, adictiva y destructiva, y que jamás volvería a repetir.

Trastornos, sentimientos e invitados especialesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora