Traumas [Pt. 2]

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(De antemano aviso que el capítulo será mucho más largo que otros)

Todos tenemos traumas, unos más que otros, algunos tienen horribles traumas, otros no tanto, de cualquier manera, siguen siendo traumas...

A veces me gustaría olvidar algunas cosas, siendo sincera, me gustaría olvidar toda mi vida, mi capitulo Acoso es uno de mis traumas, ese es algo variado, me afecta, pero al mismo tiempo no. Por otro lado, hay otros que, si me afectan constantemente, y que en ocasiones de solo pensar cómo fue que surgieron me dan ganas de llorar y me hacen sentir indefensa y sensible, y todos esos son causados por la misma persona, por una persona que influye diariamente en mi vida, son creados por...por...por mi madre...

Emociones

Ese es uno de mis traumas, aunque no lo parezca. A ver, por dónde empezar, bueno...yo soy una persona sensible, pero fuerte, para describirlo mejor simplemente diré que soy sensible, pero me hago la fuerte. Siempre, todo el maldito tiempo, cada jodido segundo, finjo ser fuerte, soy una persona alegre, molestosa, cariñosa y extrovertida, la realidad es que esa es solo mi mascara, por dentro tan solo soy una chica confundida que no sabe lo que quiere, insegura, sensible, con problemas de ansiedad, también con un leve nivel de trastorno de ansiedad social, pero todo eso lo oculto, lo escondo y lo destierro a lo más profundo de mi ser, porque no debo mostrar ni una pizca de Debilidad.

En realidad, nadie pensaría que eso tiene que ver con mi madre, aunque la realidad es otra. Ella es alguien cambiante, fría, insensible, ofensiva y, en muy, pero muy pocos momentos, cariñosa. Desde pequeña siempre he sido una revoltosa, cosas normales de niños, eso a ella le molestaba en sobremanera, no sé si estaba criando a una niña o a un robot, en fin, dado a como es mi forma de ser ella siempre me castiga quitándome cosas que me gustan o sino lo resuelve de la mejor manera y la más divertida para ella, darme golpes, golpes y golpes hasta que se cansa, según la opinión de ella a mí no me importa nada en este mundo y dice que no sabe que es lo que está pagando conmigo, con eso se refiere a que si cometió grandes errores en su vida pasada los estaba pagando conmigo, eso, honestamente, es denigrante para mí. En fin, debido a esa constante situación de ella golpearme con lo que sea que se encuentre paso de simplemente ser una situación a crear un trauma, cada vez que eso pasaba antes de que yo cumpliera los 12, más o menos, ella siempre me decía cuando me golpeaba que ahí venia yo con mis lágrimas de cocodrilo, eso haciendo clara referencia a que eran lagrimas falsas, cuando en realidad eran lágrimas de dolor, dado a eso, cada que me golpeaba fui suprimiendo mis ganas de llorar simplemente aguantando los golpes con una expresión fría, así que con el tiempo perfeccione el no mostrar emociones cuando me golpea, con eso solo logre que cuando me golpea se enojó por mi falta de emociones y también logre...no poder expresarme, me es difícil decirle a una persona lo mal que me siento porque siento que solo la fastidiare contándole mis problemas, así que en conclusión me trago mis sentimientos, y aunque sienta que quema por dentro y duele de manera horrible no digo nada.

Cabello

Siento una ligera fobia a tener el cabello corto, mis facciones siento que parecen de hombre por momentos, por eso al verme con el cabello corto siento que veo a un hombre, aparte de que tengo una espalda ancha, no es como normalmente son las espaldas de las mujeres.

Este como tal no es tanto un trauma, pero si me afecta, mi madre siempre me cuenta que mi abuela le cortaba el cabello porque no le gustaba peinarse, mi madre tiene el cabello bueno y rizado, yo lo tengo crespo y rizado, por lo que se me es difícil buscar un peinado. Recuerdo que tenía algunos 7 o quizás 6 años la primera vez que paso, un día estaba sentado en la mesa del comedor sin ganas de hacer una tarea, mi madre ya cansada de mandarme a hacerla se fue a su cuarto y luego volvió, si hubiera imaginado el horror que iba a pasar después me hubiera encerrado en mi cuarto, ella de repente me agarro una trenza y la corto por debajo de la liga, quede estupefacta al ver eso, y como si no le importase continuo cortando las demás hasta que todas las trenzas dejaron de ser largas para convertirse en trozos de cabellos cortados encima de mi cuaderno, estoy casi segura de que arruine lo que había hecho de la tarea, llore tanto esa noche, y luego ella simplemente me llevo a donde una peluquera para que me emparejara el cabello.

Eso fue algo que paso hace ya bastante tiempo, sin embargo, eso se repitió de nuevo, en la pandemia Covid-19 mi pereza aumento y no me gustaba peinarme, de cualquier modo, que importancia tenia si nadie me veía excepto ella, un día me mando a desenredarme el cabello y yo de mala gana fui a hacerlo, en el baño tenemos un cubo con agua para emergencias, me senté encima del cubo y en un descuido mi pie resbalo y me caí con todo y el cubo, no me lastime, pero al cubo se le hizo una apertura y el agua comenzó a salirse, cuando ella volvió del supermercado y vio eso podría jurar que vi al demonio frente a mí, ella busco una silla, me sentó y luego busco un par de tijeras y comenzó a córtame el cabello de a poco, sinceramente no sé cuánto llore ese día, solo sé que a la mañana siguiente mis ojos estaban rojos e hinchados, y cuando volvieron las clases presenciales todos, absolutamente todos se burlaban de mi cabello, y dado que usaba una venda amarilla para peinarme me apodaron La piña, fue el peor año escolar de mi vida, y mi cabello parecía no querer crecer, y después de todo eso mi madre cuenta esas dos historias agregando "Cuando yo le corte el cabello ella solo dijo: Así era que yo lo quería", NUNCA EN MI VIDA HE DESEADO TENER EL CABELLO CORTO, en ninguna ocasión, ni siquiera lo he pensado por error.

Mano

Admito que escribiendo esto he llorado al recordar los dos casos anteriores, pero esto...ni bien lo he comenzado a escribir y ya estoy llorando.

Hace años, cuando tenía como 7 o 8 años, mi tía dejo a su nieto al cuidado de mi madre, mi tía le llevo unos arándanos y unas fresas a mi primito para que mi madre le hiciera un jugo, en ese tiempo estaba en un colegio, todavía no había entrado a la escuela pública, a la hora de comida mi madre me dio un poco de jugo para que me fuera al colegio, cuando volví deseaba tomar más, tengo un vago recuerdo de que estaba bastante rico, en fin cuando llegue ya habían pasado a recoger a mi primito y quedaba jugo, así que le pedí a mi madre, ella se negó y dijo que no, que ya me había dado, así que, sé que estuvo mal, pero a escondidas me serví un poco y me lo tome, ella se dio cuenta de eso y se volvió loca, me comenzó a gritar y me dijo que era una cleptómana, yo no sabía que era eso, y pues...sucedió algo atrozmente inimaginable, ese regaño de ella hacia mi tuvo lugar en la cocina, así que a modo de castigo ella...ella...agarro mi mano derecha, prendió una de las hornillas de la estufa con el fuego a su máximo nivel y...puso mi mano en la hornilla...aún recuerdo vívidamente el dolor en mi piel, como el fuego carcomió y quemo mi mano, y como ella no la aparto de la estufa hasta que con toda la fuerza que conseguí me zafé de su agarre, corrí al baño y metí mi mano en un cubo de agua, ella fue a verme y solo dijo "A los ladrones les pasa eso y más" y se fue dejándome sola en el baño. Mi mano literalmente se cocinó como un huevo frito, pude ver claramente como burbujas se hacían en mi piel, ella me llevo donde mi tía, y le explico que paso, mi tía tan solo se quedó callada conociendo la forma de ser de mi madre y le dio una crema para quemaduras, pasaron meses para que mi mano se viera normal de nuevo, y en todo ese proceso mi madre ni siquiera hizo nada, mi abuela y la hermana de mi madre se encargaron de curarme la mano, y la directora de mi colegio evitando que volviera a suceder se ofreció para que yo me quedara en el colegio desde la tanda de la mañana hasta que acabaran mis clases en la tanda de la tarde, comía en el colegio, me bañaba en el colegio, y a veces si llegaba con sueño en la mañana dormía ahí, la única condición para quedarme fue que ayudara con los niños pequeños, y con toda esa situación cuando los adultos me preguntaban que me paso solo decía "Me puse a fregar la estufa y no me di cuenta que la hornilla aún estaba caliente así que me queme la mano", decía eso a petición de mi madre que me manipulo diciéndome que si decía algo ella iría presa y nadie me cuidaría, después de todo la quemada que me provoco fue de tercer grado y aún tengo cicatrices de eso, si en ese tiempo hubiera sabido el sufrimiento que me ahorraría con el pasar de los años hubiera llamado a la policía.

Trastornos, sentimientos e invitados especialesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora