En un frondoso bosque no muy alejado de una pequeña aldea se encontraban dos personas, una de ellas era un chico de cabello negro con mechones rojos y con ojos de color plateado que recorría el lugar atentamente con su mirada, estando alerta a cualquier sonido o movimiento en su mano izquierda agarraba un bō de madera, a su lado había una niña de cabello blanco aunque no se notaba por el hollín que la cubría, tenía los ojos de color rosa que observaban todo con un brillo alegre, sus pies descalzos caminaban por la tierra y en sus brazos llevaba una muñeca de porcelana, estaba un poco rota y su carita parecía muy gastada pero la niña la carga en sus brazos con mucho amor y cariño como si esa muñeca fuera una gran e invaluable tesoro.
-Maylin: Oye Takeshi ¿Cuánto falta para llegar a la aldea de ese Jinenji?
-Takeshi: Falta poco, no seas impaciente May.
-Maylin: Lo siento pero quiero llegar lo más pronto posible para obtener nuevos juguetes para mi colección.
-Takeshi: Jeje entiendo Maylin sin embargo debes aprender a ser paciente *acariciando el pelo de la niña* recuerda que ahora somos parte de un importante escuadrón y nuestra misión principal en estos momentos es recoger a ese Jinenji y llevarlo con nuestra señora, debemos ser precavidos, no hay que confiarnos, estar atentos a cualquier ataque no olvides que esta misión es importante y...
-Maylin: Lo sé, lo sé no me tienes que repetir eso a cada rato, eres muy serio y poco divertido.
-Takeshi: Eso no es verdad.
-Maylin: Si lo es, relájate un poco estás muy estresado ¿No es así Suki? *acariciando el pelo de su muñeca con suavidad*
-Takeshi: Pues lo siento pero quiero que todo salga bien, recuerda que fui educado para ser perfecto *bajando la mirada con algo de enfado*
-Maylin: No te sientas mal Keshi, no fue tu culpa además ahora eres libre de eso gracias a nuestra señora y tienes una nueva familia que quiere mucho *abrazando la pierna del joven* lo siento si te hice sentir mal.
-Takeshi: Gracias May es muy lindo de tu parte decirlo eso me reconforta mucho *suavizando su mirada* el conocerlos a ustedes y a mi señora es lo mejor que me pudo haberme pasado.
-Maylin: Digo lo mismo y no te preocupes por la misión, Suki y yo daremos todo de nosotras para que sea un éxito te lo prometo.
-Takeshi: Jeje gracias Maylin confío plenamente en ti y en Suki, mira ya estamos llegando a la aldea.
-Maylin: ¡Yupi! ¡Qué bien! ¡Qué bien! *dando pequeños saltos alrededor de Takeshi* Ahora podré conseguir nuevas muñecas y tal vez también podamos buscar un regalo para enviarlo a nuestra señora y también para la señorita Kano.
-Takeshi: Mmm dudo mucho que encontremos algo interesante para la señora pero quizás para Kano encontremos un buen regalo en la próxima aldea después de completar la misión.
-Maylin: Muy bien espero encontrar algún kimono colorido o una peineta de flores, se verá muy bonit... Keshi mirá por allá *señalando con su manita a una mujer y a unos hombres cerca del sendero*
Takeshi dirigió su mirada a dónde la pequeña niña apuntaba y sintió una gran rabia al ver como unos hombres sucios y corpulentos empezaban a molestar a una mujer pelirroja, notó como ella empezaba a llorar al ser tirada al suelo bruscamente por uno de los hombres mientras los otros le arrojaban piedras y le gritaban que era una malagradecida traidora y que debía morir, tratando de calmar sus sentimientos se acercó con paso firme hacia los sujetos, Maylin lo siguió con serenidad mientras le susurraba algo a su muñeca. Los hombres dejaron de arrojarle rocas a la mujer al sentir que había alguien detrás de ellos, al voltear la mirada vieron a un joven no mayor a los 17 años con una mirada penetrante y un viejo bō en su mano izquierda y a una niña de unos 6 años de mirada perdida con una desgastada muñeca de porcelana entre sus brazos.-Hombre 1: ¿Qué hacen aquí mocosos? Hoy estamos de mal humor así que ¡Vayanse de aquí o les daré una paliza!
-Takeshi: Por su propia seguridad, dejen a esa mujer.
-Hombre 2: ¿¡De qué rayos estás hablando!? ¡No dejaremos que está estúpida mujer escapé! Al menos no hasta que nos hallamos divertido con ella *mirando de forma lujuria a la chica*
-Hombre 3: ¡Así es! ¿¡Por qué no mejor se meten en sus propios asuntos!? ¡Esto no les incumbe! Mejor ve a jugar a las muñecas con tu hermanita jajaja.
-Maylin: Lo sé Suki esos sujetos son unos simios sin modales no te preocupes no dejaré que se acerquen a ti ni un centímetro~ *besando la frente de su adorada muñeca*
-Hombre 3: ¿¡A quién llamaste simio maldita niña!? *caminando hacia Maylin y Takeshi*
-Hombre 1: Son unos chiquillos descerebrados *tronando los dedos de sus manos* me voy a divertir mucho rompiendo sus huesos... uno por uno...
-Akame: P-por favor *intentando levantarse del suelo* no les hagan daño son unos niñ... ¡¡Ahhh!! *siendo callada por una fuerte bofetada en el rostro*
-Hombre 2: ¡Cállate traidora! ¡¡Nosotros hacemos lo que nos de la regalada gana!!
-Takeshi: Escuchen miserables ratas... les daré 5 segundos para que se disculpen con esa mujer y larguen de mi vista... o sino habrá terribles consecuencias... uno...
-Hombre 1: Ja ¿Nos estás amenazando? ¡Pero qué chico más gracioso!
-Takeshi: Dos... *levantando lentamente su bō*
-Hombre 2: ¡Déjate de bromas niño! Vete con tu mocosa o vamos a lastimarte mucho.
-Takeshi: Tres... cuatro...
-Hombre 1: ¡¿Están sordos?! Les dijimos que... *siendo interrumpido por un golpe en la cabeza con el bō de Takeshi*
-Takeshi: Cinco... lo siento... se acabó su tiempo *girando el bō en su mano lo lanzó al aire gritando con fuerza* ¡Técnica de Sangre: Lanza del guerrero caído: Último latido!
En un segundo un brillo cubrió el bō transformándolo en una reluciente lanza de color blanquecino que tenía hermosos grabados de hojas y la hoja parecía estar hecha de un diamante negro, se encontraba flotando en el aire como una pluma movida por la brisa y antes de que alguno de los hombres pudiera reaccionar Takeshi con la mirada fija en ellos, sonrió fríamente realizando un agudo silbido, entonces la lanza se dirigió veloz a los tres hombres perforando como si nada sus corazones, acabando así con sus vidas de forma limpia e instantánea. Uno por uno fueron cayendo al suelo, sus rostros que poco a poco se volvían pálidos por la pérdida de sangre solo expresaban desconcierto al no ser capaces de entender como es que ese chico pudo acabar con ellos en un abrir y cerrar de ojos; la mujer pelirroja que se había cubierto su cara con las manos para evitar ver la manera en que esas bestias golpeaban a esos pobres niños que solo intentaban defenderla, sollozó débilmente al sentirse tan inútil y patética al no poder defenderse ni tampoco defender a los que amaba, ojalá los niños no hubieran intervenido ahora solo rezaba por qué los niños sean rápidos y que esos salvajes no los alcancen, para su sorpresa no escuchó ningún grito o alguna señal de que hubiera lucha apartó sus manos de su rostro al sentir como una pequeña mano le acariciaba el pelo levantando la mirada pudo ver a la niña de ojos rosas acariciar su pelo mientras le brindaba una cálida y soñadora sonrisa, anonadada miró a su alrededor abriendo los ojos de par en par al notar los cuerpos sin vida de los hombres que antes la estaban golpeando y como el chico de mirada plateada estaba parado sin rasguños o heridas ¿Qué había pasado? ¿¿Cómo logró derrotar a los tres sin salir herido?? Trató de hablar pero no salió una palabra de su boca, estaba muy sorprendida y se sorprendió aún más al ver a la niña sonriendo con ternura, susurrando con voz tranquila a su muñeca y pateando con su pie la cabeza de uno de los hombres.
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Un Nuevo Comienzo (Bankotsu X Aome)
CasualeAome se cansó de ser la niña buena de quien todos se aprovechan, harta de que la menosprecien por no ser poderosa ni hábil, ya no soportaba que la traten como un estorbo y ser siempre humillada por su antiguo amor, Inuyasha. Decidió salir de ese gru...